Aunque la normatividad del ASG (respeto al ambiente, a la sociedad bajo un marco de gobernabilidad, o ESG por sus siglas en inglés) no es nueva, pero se ha convertido, en estos últimos años, en uno más de los factores de transformación empresarial más importantes y necesarios para ingresar o mantener tu empresa dentro de las cadenas de valor.
Este criterio, mayormente adoptado en Europa, viene afectando los modelos de operación de negocios en Estados Unidos y en América Latina.
Como toda regla, esta implica compromisos: para con el medioambiente y con la sociedad bajo un “paraguas” de gobernabilidad de empresa.
Pero vámonos por partes:
- Compromiso con el medioambiente y seguro que al largo plazo permita regresar más de lo que nos proporciona a través del uso de empaques biodegradables y ecológicos, procesos de manufactura y distribución basados en energías limpias, tratamiento de aguas reciclables y manejo responsable de desechos.
Apuesta por energías fósiles
El reciente y muy lamentable efecto del impacto del huracán Otis en Guerrero, es una muestra de cómo el medioambiente “reacciona” a las agresiones que como humanidad hemos realizado a nuestro planeta. Por supuesto que esto no es exclusivo de las empresas, sino también de los gobiernos y del comportamiento de cada uno de nosotros.
A mí en lo particular me incomoda que nuestro gobierno apuesta a la generación de energías fósiles, pero también ahí están los ejemplos de empresas grandes y medianas que hacen “su tarea”, incorporando tecnologías limpias. Existen empresas líderes en ciertas cadenas que impondrán la sustentabilidad, como requisito para poder permanecer en la “alineación” de sus cadenas.
- Compromiso social, que va desde la inclusión de minorías a las plantillas de trabajo, eliminar la discriminación de género, hasta la seriedad para generar y ejecutar planes de desarrollo de talento que, por cierto, pueden convertirse también, en elementos de ventajas competitivas. Podríamos incluir aquí temas como acceso a la salud, desarrollo personal y familiar, planes de retiro, plataformas para incentivar la innovación e incluso programas para el desarrollo personal de tu personal (valga la redundancia), planes de evaluación, canales de comunicación, talleres interdisciplinarios; solo por mencionar algunos. Todo esto incrementará la motivación, entusiasmo y compromiso de nuestro personal que podrán contagiar a sus compañeros de trabajo, a sus familias y a otras empresas de la misma cadena de valor.
- Gobernabilidad. La empresa debe publicar hacia adentro de la empresa, pero también hacia afuera, cuáles son sus reglas de dirección o gobernanza, lo cual incluye sus criterios de desarrollo organizacional, sus métricas y su dirección estratégica y operativa, siendo muy precisos en el que, cuando y como piensan hacerlo.
¿Por qué esta norma es tan importante?
- Para mejorar el mundo en el que vivimos.
- Para dar certeza a inversionistas de lo que tu empresa está buscando en términos de sustentabilidad.
- Para responder a las demandas del consumidor que tiene un criterio de selección de productos de empresas ecológicas.
- Para conseguir inversionistas que hoy en día toman este criterio como factor de decisión.
Inversión sostenible
Contar con una estrategia ESG es hoy un criterio que toman mucho en cuenta inversionistas privados y fondos de inversión antes de invertir en una empresa, lo que se ha denominado como inversión sostenible orientada a incentivar a los negocios a influir y mejorar su entorno.
Para su implementación, me permito recomendar recurrir a firmas de asesoría con esta especialización y que atienden a empresas de diferentes tamaños e industrias.
El primer paso por supuesto, es el compromiso de la “alta dirección” para implementarla. Otra vez, el factor humano es la clave.
“La gente dice que debemos dejar un mejor planeta para nuestros hijos, pero también debemos dejar unos mejores hijos para nuestro planeta”. Clint Eastwood.
