Esta es la época del año, en que las empresas normalmente se encuentran trabajando los planes del siguiente y asignando recursos para alcanzar sus objetivos: “es tiempo de hacer presupuestos”.
El presupuesto es una herramienta valiosa para medir y ajustar la gestión de tu negocio, comparando la situación actual con lo que originalmente habías pensado o predicho. Si tu empresa no lo hace, te sugiero que lo empieces a elaborar, aunque sea a manera de estimación mientras vas formalizando este proceso para el siguiente semestre o año.
Si, en cambio, tu empresa lo hace, te comparto algunas ideas: cuando hayan transcurrido los primeros tres meses del año, incorpora al presupuesto los tres meses del siguiente año, para que mantengas una visión anual, independientemente del “corte” del año natural.
Involucrar al equipo directivo
Adicionalmente, analiza tendencias globales, regionales y locales específicas para tu industria; ten presente tu posición con relación a tu competencia. También deberás involucrar a tu equipo directivo, pues al final todos serán responsables de la gestión. Finalmente, utiliza el presupuesto, junto con tu equipo directivo y/o consejo consultivo, como una herramienta de gestión.
Cada año tiene circunstancias particulares a considerar y que no necesariamente cambiarán las preguntas que te hiciste los años anteriores, pero que seguramente cambiarán tus respuestas.
Así pues, te comparto algunas consideraciones y tendencias para tu plan 2024:
1. La geopolítica: Considera si la cercanía y oportunidad (no me gusta decirle dependencia), con el mercado americano, puede generarte oportunidades, aunque no sean directas. El conflicto con China ha dado pie al mencionado tema del “nearshoring”.
Para el caso de México, hay que estar atentos a la elección presidencial, para lo cual habrá que conocer los proyectos de las y los candidatos, así como las afectaciones que pudieras tener con respecto al presupuesto 2024 (reducción a la inversión en carreteras y a Conagua, por ejemplo).
2. El crecimiento económico, mismo que muestra un decrecimiento en estos últimos cinco años, pero que empieza a mostrar mejoría. Crea tus reservas para capacitar a tu personal, mejorar la calidad de tus productos e incentivar la innovación para estar presente en el futuro inmediato.
3. Involucra una estrategia de responsabilidad social, muy importante para atraer consumidores e inversionistas, transformando a tu empresa en sustentable conforme a las regulaciones del ESG (por sus siglas en inglés: medioambiente, social y gobernanza).
4. Incluye tecnología en tus procesos, para mejorar tu oferta competitiva (precio, tiempos, regulaciones). Desde adquirir o actualizar tu sistema de gestión (ERP), hasta la incorporación de las herramientas que en específico “cuadren” con tus iniciativas de negocio (inteligencia artificial, “blockchain”, solo para mencionar algunas).
En este punto me detengo para apuntar que México es uno de los países que menos invierte en tecnología en comparación con las tendencias de inversión en otros países, lo cual está generando que el “gap” (inversión, personal capacitado, infraestructura), se haga cada vez más grande y que puede llegar a ser inalcanzable.
Pregúntate, ¿qué herramientas está utilizando tu competencia que te hayan significado perder participación en tu mercado? O bien, ¿qué herramientas no utilizan y que tú puedas implementar para entonces generar una ventaja competitiva? Consulta “benchmarks” de tendencias en tu industria y casos de éxito en empresas similares.
Si existen herramientas para pymes, además no las tienes que comprar, sino que las puedes rentar (pay-per-use).
5. Cumplimiento de reglas de operación en tu cadena de valor, pues si no cumples en tiempo y forma estás en riesgo de ser sustituidas.
El consejo consultivo
El empresario no puede ni debe ser “todólogo” ni “solitario” en su gestión; acude a expertos especializados en pymes, forma tu consejo consultivo, si no sabes cómo, hay asesores que te pueden ayudar.
“El que falla al planear, planea fallar”, Benjamin Franklin.
Como economía en desarrollo, todos estamos en el arrancadero; de ti, depende en mucho que tanto has de avanzar.
