Mi comentario de hoy es acerca del uso de la herramienta Block Chain en la cadena de suministro, lo que me recuerda a aquel“club de Tobi” de una antigua historieta de los sesenta: “La pequeña Lulú” al que solamente podías ingresar por invitación y cumpliendo con ciertos requisitos, como ser niño y amigo de los integrantes.
De igual manera, se forman las cadenas de valor, a las que te integras por invitación o concurso, pero con el compromiso de cumplir, en tiempo y forma, con la entrega de un bien o servicio.
Y este compromiso se ha hecho aún más fuerte dado el requisito de utilizar una nueva herramienta digital: el Blockchain, que ya se ha implementado en algunas cadenas de valor.
Como en el mencionado club, para su implementación se invita a diferentes participantes a conformar una red privada de comunicación entre los miembros de una misma cadena de valor. Desde los proveedores de materias primas y empaques, los fabricantes, los distribuidores y los consumidores para que todos estén sincronizados y enterados de las características de los productos que se fabrican en “cada estación”, su desplazamiento a lo largo de la cadena y su ubicación.
Empecemos por definir, ¿qué es Blockchain? Un sistema de registro inmutable distribuido y descentralizado que se conforma de bloques, en los que cada participante está interconectado recibiendo una copia exacta de la información que ahí se comparte.
Este concepto empezó a desarrollarse desde principios de los años 90 y gracias a la evolución tecnológica del entorno se ha venido fortificando. Aquí algunos de sus principios:
- Uno: descentralización de información entre los nodos, publicando y haciendo a todos “copropietarios” de la misma información.
- Dos: la inmutabilidad, que significa que nadie puede cambiar ningún dato una vez que haya sido publicado al interior del “club”, aunque hay reglas para hacer modificaciones y es aquí donde entra la importancia del sentido de propiedad conjunta del dato publicado por algún nodo del “club”.
- Tres: la transparencia, la información que se publica, es visible para todos y cada uno de los miembros del “club”, responsables de sus acciones basadas en las publicaciones de todos.
Todo esto permite, por ejemplo, que el desplazamiento de los productos, pueda ser rastreado con precisión, lo que se conoce como trazabilidad de producto, y que sirve para la toma de decisiones a nivel cadena en cuestiones de disponibilidad o algún problema de calidad. Este proceso se ha venido haciendo obligatorio en varias cadenas como la automotriz, farmacéutica, bienes de consumo y alimentos y bebidas, por mencionar algunas.
Esto no sería posible sin contar con los procesos de digitalización necesarios, por lo que para “entrarle al club de Tobi”, se requieren ciertas tareas previas. Los participantes deben contar con la infraestructura necesaria, procesos digitales y personal capacitado, no sólo en lo que respecta a TI, sino los usuarios que compartirán y recibirán información y que tomarán acciones, por lo que, si eres miembro del club de Tobi”, no puedes estar “publicando” información errónea; armarías un caos no solo en tu empresa sino en toda la cadena.
Esto puede sonar más complejo de lo que realmente es, aunque como mencioné, requiere de un trabajo previo y en conjunto con los integrantes del club.
Por ello es importante conocer las estrategias y planes de los mayores jugadores en tu cadena para realizar la preparación necesaria, teniendo en mente visiones, recursos y objetivos en común.
Esta herramienta fomenta el trabajo en equipo para, al final, garantizar una grata experiencia del consumidor. ¡Tenemos tarea!
“El trabajo en equipo debe permitir actuar rápidamente para controlar cualquier situación”. Sir Alex Ferguson DT del Manchester United.
