Desde su nacimiento como país, México ha gozado de una ubicación geográfica que lo dota de un posicionamiento logístico inmejorable a nivel global. Un simple vistazo a un mapa nos presenta claramente que se trata de un importante eslabón geoestratégico global que conecta a la América del Norte, con la América Latina.
Además, se posiciona entre dos importantes continentes para la civilización humana, el europeo y el asiático. Sobre ello, el eminente explorador alemán Alexander Von Humboldt, escribió en su libro “Ensayo político sobre el reino de la Nueva España,” publicado en 1811: “La posición geográfica de México es una de las más ventajosas del mundo.”
Recientemente, George Friedman, reconocido analista geopolítico, destacó en su libro: “Los próximos 100 años,” el potencial de México para tomar un papel global importante a partir de la segunda mitad del siglo 21, entre otros factores, gracias a su localización geográfica.
Podríamos decir que si México fuera un ser humano y los mapas fueran sus fotografías, muchas personas acordarían que se trata de alguien con un gran potencial de desarrollo, que su futuro es prometedor y más aún, que, contando con tal dotación de ventajas, no solo podría alcanzar grandes logros para sí mismo, sino que incluso, tendría la responsabilidad de irradiar desarrollo a sus compañeros de viaje, en la ocurrencia, los países vecinos. Pues bien, este joven “hecho y derecho” como se diría en tiempos de los abuelos, tiene hoy 203 años de edad (considerando que es en 1821 cuando alcanza formalmente su independencia).
De gran valor
Para el desarrollo de la logística en México, varios años han pasado desde que entre 1486 y 1502, Ahuítzotl, octavo Tlatoani de los mexicas, impulso al gremio de los Pochtecas, comerciantes expertos en la logística y el transporte de productos de gran valor hasta regiones tan lejanas como Centroamérica. Desde entonces, los flujos e intereses comerciales tanto del mundo, como de México, han cambiado innumerables veces.
En todos ellos, la geografía se ha reforzado como una inmejorable palanca para el desarrollo de nuestro país. Sin embargo, no hemos asimilado totalmente la responsabilidad del uso potenciado de nuestras ventajas logísticas para generar la mayor prosperidad posible tanto para México, como para los países de la región.
Frente a la oportunidad que representa el enorme mercado al norte del continente, entre decidir desarrollar capacidades logísticas intermodales de clase mundial u operar mono modalmente al autotransporte, se optó por lo segundo. Frente a la posibilidad de posicionarse como un experto integrador de cadenas de suministro con el sur del continente, se optó por prácticamente darles la espalda.
En innumerables ocasiones se ha destacado el valor de México como potencia en logística, esto como resultado de su desarrollo en manufactura, por mencionar solo un aspecto. Incluso ahora, frente a un contexto global cambiante e incierto donde las empresas buscan reorganizar sus cadenas de suministro para hacerlas más resilientes y menos contaminantes, estando cerca de su mercado final, el “Nearshoring,” se nos abre una nueva oportunidad.
Costo y cantidad
Una vez más, la logística resulta un elemento clave ya que, si bien manufacturar es importante, hacer llegar las mercancías en el tiempo, costo y cantidad pactados es esencial. Pero una cosa es mencionar en discursos el término “logística” y otra, lanzar un debate formal que conlleve el diseño de una visión y luego, establecer una “Estrategia Nacional de Logística.” Ante ello, resulta importante el empoderamiento de una entidad con capacidad de convocatoria que impulse y organice la colaboración entre los diferentes actores públicos y privados de la logística y el transporte.
La experiencia internacional señala una diversidad de caminos. En Francia, por ejemplo, una vez que se aceptó que la “Logística es un asunto de Estado”, se conformó un Comité Interministerial bajo la coordinación del Ministerio que tiene a su cargo la cartera del Transporte. En Chile, se conformó una agencia que se encuentra bajo el apoyo del Ministerio de Economía. En Corea del Sur, se empoderó a una agencia que operó directamente bajo la responsabilidad de la Presidencia de la República, para posteriormente, al darse cuenta de su importancia, emitir incluso una “Ley Nacional de Logística y Transporte.”
Para dar un sencillo ejemplo sobre el nivel de importancia que Corea del Sur le ha dado a la actividad logística como palanca para el desarrollo, el servicio militar nacional obligatorio es posible cumplirlo dentro de una empresa dedicada a la logística. Los caminos son diversos, pero las experiencias existen y todas señalan que, es necesario impulsar y coordinar a los diversos actores para que el sector de la logística y el transporte sea la palanca de desarrollo que requieren los países para avanzar en la generación de prosperidad.
Para el caso de México, de acuerdo al Banco Inter-Americano de Desarrollo, el “Nearshoring” tiene el potencial de impulsar en 35,278 millones de dólares nuestras exportaciones. Una oportunidad para elevar el bienestar de la población en México. Pero, además, con la posibilidad de tomar un papel de mayor responsabilidad también con la prosperidad y seguridad del resto de países de América Latina. Surge entonces un enfoque visionado por varios, donde pensamos que es el momento de impulsar la conformación de cadenas de suministro panamericanas. Una gran oportunidad, pero también, una estimulante responsabilidad al mismo tiempo.
Niño eterno
Sin embargo, ante una oportunidad que ha estado ahí por mucho tiempo, el comportamiento de los diferentes actores económicos, académicos y gubernamentales ha sido el de un “Puer Aeternus.” Éste es un término que en latín significa “niño eterno” y de acuerdo con el padre de la psicología profunda, Carl Gustav Jung, describe a una persona en la adultez que mantiene un comportamiento a nivel de adolecente.
Este arquetipo simboliza tanto aspectos positivos, como negativos. Entre los aspectos positivos, el potencial para crecer y la esperanza para el futuro. Entre los aspectos negativos, la reticencia para aceptar responsabilidades, a madurar para afrontar los retos de la vida, así como la tibieza en lugar de la audacia para enfrentar y resolver los desafíos.
Dado que el sector privado cuenta con todos los elementos de primera mano para “sentir” las exigencias de un mejor desempeño logístico para un país como México, ¿será 2024 el año en el que se conformará un comité inter cámaras y asociaciones que saquen al “Puer Aeternus” de la logística en América y lo lleven a su madurez?, sin duda es un estimulante reto para organizaciones como CONCAMIN, CANACINTRA, COPARMEX, AMTI, AML, AMF, AMANAC, COMCE, ANIERM, AMACARGA.