Bueno, después de dos décadas en la industria de Recursos Humanos, puedo decir con seguridad que he tenido mi cuota justa de dolores de cabeza. ¡Pero bueno, es parte del trabajo!
En el blog de esta semana, compartiré algunas de mis experiencias no tan divertidas en y lo que aprendí de ellas. Así que agarra unas palomitas, recuéstate y disfruta del espectáculo (de RH). Quién sabe, quizás incluso aprendas una o dos cosas sobre cómo navegar estas molestas situaciones.
La vida es muy simple, pero insistimos en complicarla; no estoy seguro de quién lo dijo, por cierto.
Olor corporal
Al principio de mi carrera como joven profesional de RH, tuve que tener una conversación incómoda con un gerente sobre el olor corporal. Varios de sus empleados se quejaron de que durante sus conversaciones de one-on-one, podían oler un olor desagradable que emanaba del trasero del gerente, lo que los hacía sentir incómodos. Me vi hablando con este hombre adulto sobre cómo limpiarse el trasero e incluso compartí recomendaciones muy útiles sobre toallitas húmedas para bebés. Casualmente, estaba teniendo el mismo problema en casa con mis dos niñas pequeñas, así que, innecesario decirlo, tenía experiencia en el asunto.
Lo que aprendí:
Aprendí que tener conversaciones difíciles es posible siempre y cuando las abordemos con respeto y profesionalismo. A veces, necesitamos abordar los problemas directamente llamándolos por lo que son. En este caso, el problema era un olor a trasero, y afortunadamente, había una solución para ello.
Gerente de contratación haciendo varias tareas durante la entrevista
Hace unos años, tuve la oportunidad de entrevistarme para un trabajo después de que una amiga me refiriera a la empresa. Estaba emocionada por la perspectiva de trabajar allí, ya que la empresa era y es conocida y el salario era más alto que lo que había ganado antes. Me pidieron que me preparara para una entrevista por Zoom, y estaba decidida a impresionar al gerente de contratación y a mi amiga, que también formaba parte del proceso de contratación. Durante la entrevista, el gerente de contratación hizo un comentario de que estaría haciendo varias tareas durante la entrevista, ya que siempre estaba demasiado ocupada para tomar un descanso para almorzar. Para mi sorpresa, ella comió mientras me entrevistaba. Esto fue tan distraído que hubo momentos en los que no podía entender su pregunta. Terminé retirando mi solicitud y me di cuenta de que estaba mejor donde estaba.
Lo que aprendí:
Estando en el otro lado, ahora como solicitante, aprendí que:
- Como gerentes de contratación, no somos los únicos que realizamos entrevistas; los candidatos también nos entrevistan para ver si somos una buena opción para ellos.
- Los gerentes de contratación pueden disuadir a los solicitantes al mostrar una cultura laboral poco atractiva, sin tiempo para un descanso para comer.
- El mal comportamiento de los gerentes de contratación socava los esfuerzos de reclutamiento y le cuesta dinero a la empresa.
Mi gerente de RH me acosó sexualmente
Sí, lo sé, yo también me sorprendí al leer esto. Uno pensaría que el gerente de RH debería saber mejor.
Lo que aprendí:
Aprendí que el proceso de quejas funciona. De hecho, me sentí tan amado por mi empleador que mi lealtad hacia ellos se fortaleció. También me convirtió en una profesional de RH mejor.
Mi empleador, en ese momento, había hecho su trabajo en:
- Capacitar a sus empleados para identificar el acoso sexual.
- Establecer expectativas claras sobre la tolerancia cero del asunto.
- Mi empleador tenía una clara política de procedimiento de quejas.
En conclusión
Las empresas vienen y van a medida que las industrias cambian, la tecnología evoluciona y las prioridades de los consumidores cambian. Y sin embargo, a través de todo esto, un puñado de empresas fijas atraen y retienen consistentemente el mejor talento, obteniendo reconocimiento por ser algunos de los mejores lugares para trabajar en el mundo: se les llama empleadores de elección.
Espero que este blog te inspire a seguir esforzándote por ser el empleador de elección :)
