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El fenómeno de quedarse después de renunciar

El lado humano de la industria
Lilia Jasso.
Mayo 20, 2024
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“La vida es como una bicicleta: Tienes que avanzar para no perder el equilibrio.”. -Albert Einstein.

 

Hace unos meses tuve un llamado para gestionar la salida de una colaboradora estrella, como consultora, puedo ver los problemas de la empresa que me contrata con una perspectiva amplia y objetiva, sin embargo, la persona que anunció su salida, había sido contratada por mí en el 2018 y su desistimiento me preocupaba, por ella y por la empresa. 

 

Renuncia o elemento de negociación

 

Renunciar a un trabajo es una decisión de vida y a menudo la emotividad puede llevarnos a episodios de profunda tristeza por la pérdida o a una depresión que nos cueste trabajo gestionar. Para algunas personas, renunciar puede ser un paso calculado en una estrategia de negociación, porque, al asegurar un buen desempeño, no encuentran otra mejor manera de obtener un aumento salarial o beneficios adicionales. Mostrar al empleador que se está dispuesto a dejar la posición, algunas veces puede ser la única opción. 

Esta táctica, aunque no la más ética, puede ser efectiva en industrias donde la demanda de especialización es alta y el talento es poco, la retención de los colaboradores es una preocupación genuina y al enfrentarse a la posibilidad de perder un miembro valioso del equipo, los empleadores pueden estar más inclinados a ofrecer un paquete de compensaciones mejorado para retener al empleado. 

Renunciar con la intención de manipular a un empleador puede dañar la confianza y la relación laboral a largo plazo, por lo tanto, es fundamental ejercer la negociación de mejora, como en cualquier relación, con integridad y transparencia.

 

Renunciando para buscar una visión más inspiradora

 

El liderazgo nunca debe subestimarse, con frecuencia, los colaboradores renuncian debido a un líder con poca proyección inspiradora o que ejercen una dirección que no empata con el perfil de las personas a su cargo. La motivación intrínseca y el deseo de crecimiento personal son imprescindibles en la realización personal de los empleados y la falta de ellas, a menudo conduce a una toma de decisiones sorprendentes, como renunciar a un puesto por la búsqueda de un liderazgo más significativo y estimulante. 

El liderazgo va más allá de ocupar un cargo de autoridad, se trata de inspirar, guiar, empoderar y cuidar a las personas para que alcancen su máximo potencial. Cuando un colaborador renuncia debido al liderazgo, no está abandonando solo un trabajo, está buscando un ambiente en donde su trabajo y contribución sen reconocidos y valorados. A todos nos motiva ser parte de algo más grande que nosotros mismos, esperamos que los líderes nos proporcionen la perspectiva del impacto de nuestro trabajo en el mundo. 

 

Renunciar como acto de empoderamiento, por falta de crecimiento

 

El crecimiento laboral va mucho más allá de simplemente trascender en la jerarquía de una empresa. Los colaboradores buscan nuevas oportunidades para desarrollar nuevas habilidades, aprendizajes que faciliten su trabajo y potencialicen sus resultados, asumir nuevos desafíos que resulten tan retadores como emocionantes, avanzar en sus carreras de manera más significativa y sentir que en cada paso sus nuevas habilidades se reflejan en beneficio de ellos y de su entorno. 

Todos tenemos una necesidad innata de crecimiento, desde una edad temprana, los seres humanos estamos programados para buscar el crecimiento y la superación personal, misma búsqueda que no se detiene en el ámbito profesional, por lo que la mayoría de las personas desean continuar aprendiendo y mejorando en su carrera a lo largo de su vida laboral. 

La falta de oportunidades, estar en un lugar donde no se puede crecer profesionalmente, la decisión de renunciar puede ser un acto de empoderamiento. En lugar de conformarse con una situación que no satisface, el colaborador puede optar por tomar el control de su destino y buscar otras oportunidades que le permitan expandir sus habilidades de avanzar y variar el trayecto de su vida profesional. 

Como en las organizaciones, el crecimiento puede requerir cambios en nuestra propia estructura, para garantizar que se logra el objetivo. Si en un plazo de tres años, el lugar en el que estamos deja de presentar retos intelectuales y la emoción del aprendizaje en nuevos proyectos, es importante valorar si debemos continuar por el plan trazado o hacer cambios que nos ayuden a mantener el equilibrio entre la remuneración y la satisfacción personal. 

En ningún caso la renuncia es una decisión que se tome a la ligera, requiere de evaluación cuidadosa de oportunidades disponibles, así como de una comprensión clara de los objetivos y valores profesionales del individuo.

 

Quedarse después de la renuncia

 

Quedarse puede ser una situación complicada, que requiere compromiso de ambas partes, pero también puede presentar oportunidades para el crecimiento y la reconciliación. Algo que debe quedar perfectamente claro y asentado, por lo menos de manera interna, es la razón que ha llevado al colaborador a renunciar en primer lugar. ¿Fueron problemas de liderazgo, falta de oportunidades de crecimiento, necesidades económicas que no se estaban cubriendo, o algún otro motivo? Comprender las razones que provocan una renuncia, puede ayudar a evaluar la situación y si es posible cambiarla al quedarse o si es necesario buscar en otros horizontes. 

De cualquier forma, evaluar cómo van evolucionando las condiciones laborales es importante, porque, lo que no se mide, no se pude mejorar. Así como las empresas cuentan con indicadores de desempeño, los colaboradores deben tener claros sus estándares personales de búsqueda de inspiración, de crecimiento sostenido, de equilibrio y de bienestar. Conocer cuáles son los indicadores que permiten ver que una organización es un vehículo que acerca a los propios sueños y cuando, al quedarnos y evitar el cambio, la organización pone más lejanos e inalcanzables esos sueños, nos permite no olvidar la razón por la que emprendimos la senda profesional cuando dimos el primer paso. 

La colaboradora estrella se quedó, con la condición de que sus necesidades de mamá fueran escuchadas y se le permitiera salir a tiempo para ver llegar a su hijo de la escuela. No olvidemos que la empresa se vuelve un impulsor para alcanzar muchos objetivos y sueños de los colaboradores, para muchas personas la maternidad y la paternidad son parte fundamental de sus vidas y esos son los sueños a los que me refiero. El tema de la maternidad es otro gran tema a tratar, pero en otro momento.  

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