El mejor dinamismo de la economía mexicana en el 2023 se debe a que la industria superó con rapidez la crisis por el Covid-19 y el desajuste por el conflicto Rusia-Ucrania, además porque las exportaciones manufactureras respondieron a la actividad de Estados Unidos, es decir, el T-MEC se forma más estructuralmente que como una válvula de escape.
El empleo, en general, es otro aspecto positivo. La creación de puestos de trabajo regresó a niveles prepandemia; sin embargo, persiste un mayor dinamismo en la ocupación informal que en el empleo formal; también que las personas están siendo contratadas con menores sueldos, lo que impacta de forma negativa la masa salarial.
Aquí hay un punto a resaltar: se calcula un desempleo estructural de 1.2 millones de personas que entran cada año al mercado laboral, el cual no se cubre. Los registros del IMSS, por ejemplo, han estado en el rango de los 750 mil empleos, pero faltan más.
Logro gubernamental
En el balance del 2023 también pueden indicarse como aportantes al desarrollo, los ingresos captados por turismo y las remesas. En el primer tipo de ingreso, se estiman unos 32 mil millones de dólares (mdd); en el segundo, las remesas, alcanzarán los 62 mil mdd, pero con la observación de que no deben ser consideradas como un logro gubernamental, sino todo lo contrario, significa que a los hogares mexicanos les faltan ingresos y además se recibieron más montos, pero los receptores registraron un menor poder adquisitivo por la recuperación de varios meses en el tipo de cambio.
El sector externo, mencionaba antes, es impulsor del crecimiento mexicano en 2023 y lo será en 2024 si la demanda externa (principalmente del consumidor estadounidense) no cae. Sin duda, México se ha beneficiado de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, por lo cual se ha colocado como el primer proveedor del mercado americano.
Atrás de eso cuentan el T-MEC (a pesar de las controversias y solicitudes de formar paneles) y el nearshoring que está generando inversión extranjera directa, principalmente mediante la reinversión de utilidades. La IED está dirigiéndose principalmente a manufacturas y lo hará en 2024 si no hay cambios abruptos en las políticas públicas y gobernabilidad del país.
Tracción económica
Particularmente, en el sector manufacturero va la inversión para la fabricación de equipo de transporte, las industrial metalmecánica, la de bebidas y tabaco, la química, los aparatos eléctricos y de equipo de cómputo.
En 2024, mucho México va a depender de la tracción económica de Estados Unidos, por más que el mercado interno ha sido impulsado por la captación de remesas y las transferencias en dinero que hace el gobierno a diversos grupos de población (jóvenes, estudiantes, adultos mayores, a sembradores, entre otros). Entre los principales factores para observar en Estados unidos está la inflación y la confianza del consumidor; ambos factores detonantes de la demanda por importaciones, incluidas las de bienes y servicios mexicanos.
Así, para las manufacturas, las exportaciones y nuestro país, 2024 no será fácil. Los riesgos son varios y todos latentes en su materialización. En la gráfica se sintetizan seis grandes riesgos, que van desde un elevado déficit presupuestario, hasta la concentración de autoridad y la inseguridad, pasando por los paneles de controversias comerciales en maíz y energía.
¿Entonces que esperar para 2024 y el cierre de 2023?
MEXICO | 2023 | 2024 |
PIB | 2.8 a 3.2 % | 2.9 a 3.0% |
Inflación | 4.1 a 4.7% | 4.5 a 5.0% |
Generación de Empleo | 828 a 850 mil | 840 a 850 mil |
Tipo de cambio | 17.75 a 17.90 | 18.50 a 18.70 |
Tasas de interés | 11.1 a 11.2% | 10.5 a 11.5% |
IED | 42 mil a 44.5 mil MDD | - - |
Balanza comercial | 18 mil a 21.5 mil MDD | - - |
