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Nearshoring: oportunidad histórica para el sector de autopartes en México

Caja de Cambios
Armando Cortés.
Diciembre 15, 2023
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"La única constante en la vida es el cambio", una afirmación de Heráclito que resuena con fuerza en el ámbito de los negocios y las relaciones internacionales. Este concepto es especialmente pertinente en la era de la transformación geopolítica actual, donde estrategias como el nearshoring están redibujando el mapa del comercio mundial, ahorrando costos y tiempo, así como disminuyendo la huella de carbono.

El nearshoring implica la transferencia de la producción –completa o parcial–, así como el traslado de actividades comerciales a lugares más cercanos al mercado objetivo, pero fuera de su país de origen,[1] con el propósito de reducir costos logísticos u operativos, aprovechar la disponibilidad de talento o capital humano especializado, además de potenciar ventajas relacionadas con la afinidad cultural y lingüística y la cercanía horaria de ciertas regiones.

Esta tendencia de relocalización se volvió una necesidad tras la pandemia de COVID-19 y el interés de las empresas de Norteamérica de minimizar riesgos logísticos, acercando su cadena de suministro luego de la disrupción que experimentó, donde se detuvieron por completo varios sectores.

Sumado a eso, el conflicto entre Rusia y Ucrania aumentó la presión al restringir el acceso a materias primas esenciales para industrias como la automotriz, electrónica y alimentaria.[2] Destacan los minerales para el sector de autopartes, como el paladio que se usa en catalizadores, del cual Rusia tiene el 40% de su producción; además del carbón negro usado en gomas y llantas que se extraía principalemente de Ucrania y el gas neón que usan las soldaduras de semiconductores.

 

Punto de inflexión

 

El nearshoring no es un fenómeno nuevo para México. De hecho, inició con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, que marcó un punto de inflexión en la integración económica entre México, Estados Unidos y Canadá. Este vínculo se vio reforzado en 2020, con la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual es un catalizador que ha permitido a nuestro país posicionarse como un destino cada vez más atractivo para la reubicación de operaciones en Norteamérica.

A través del acuerdo, México ha seguido consolidando su liderazgo en la industria, convirtiéndose en un jugador estratégico a nivel global. Por ello, no es de extrañar que Bank of America nos considere un candidato natural para ser destino del nearshoring[3], por la relación con Estados Unidos, quien es el mercado de consumo más grande del mundo; así como la geolocalización, fortaleza industrial y talento humano de nuestro país.

Así, en una coyuntura histórica, encontramos el escenario ideal: la crisis de la cadena de suministro, la tensión en las relaciones entre Estados Unidos y China, y el T-MEC crearon las condiciones para que se diera la mejor oportunidad de crecimiento del país de los últimos años.

 

Un auge en la demanda

 

Un sector particularmente interesante en el escenario del nearshoring en México es el de la electromovilidad. Empresas asiáticas, especialmente de China, están mostrando un creciente interés en establecer operaciones en México. Esto se debe en gran parte a la necesidad de estas empresas de atender al mercado estadounidense, que está experimentando un auge en la demanda de vehículos eléctricos y tecnologías de movilidad net-zero. La capacidad de México para producir componentes de alta tecnología y su experiencia en la industria automotriz lo convierten en un socio ideal para estas empresas.

El sector automotriz y de autopartes es el mayor beneficiario de esta tendencia en México. De hecho, de acuerdo con cifras de la Industria Nacional de Autopartes (INA), entre enero de 2022 a la fecha se han anunciado inversiones por alrededor de 18 mil millones de dólares en nuestro territorio, los cuales se concretarán en el próximo lustro. Sin duda, la electromovilidad es uno de los motores que impulsa estos anuncios.

México cuenta con 18 plantas armadoras de vehículos eléctricos y el pronóstico es que supere 10 millones de unidades producidas para 2030, año para el que se comprometió a mitigar hasta un 30% las emisiones de dióxido de carbono.

 

Ingresos totales

 

Tenemos grandes oportunidades desarrollando la producción de estos componentes, pues se estima que su valor de mercado global se incrementará de manera importante en los próximos años. Por ejemplo, se espera que los ingresos totales para los segmentos de tren de propulsión eléctrica, así como las baterías y celdas de combustible aumenten potencialmente; en INA estimamos este crecimiento en aproximadamente un 245% entre 2022 y 2027.

Por el contrario, componentes como motores de combustión interna, sistemas de escape y de combustible, mostrarán una caída de alrededor de 40% en su valor de mercado global por la transición a vehículos eléctricos, demostrando aún más la necesidad de adaptarse a las nuevas tendencias para seguir siendo una potencia global en la industria. 

Los fabricantes y proveedores automotrices en el país se han enfocado en transformarse, reajustando sus estrategias para lograr la transición, pero México aún enfrenta desafíos en materia de infraestructura, principalmente en puertos y procesos aduaneros. 

 

Reducir tiempos de espera

 

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Transporte, en 2022, 85% de las mercancías se trasladaron por carretera[4]. Esto representa un desafío a nivel logístico. Algunas de las propuestas del sector privado[5] son “crear despachos conjuntos en las aduanas (preclearance) para facilitar el comercio transfronterizo y reducir los tiempos de espera, […] así como construir nuevos cruces transfronterizos y eficientizar procesos en cruces existentes. […] Asimismo, desarrollar políticas para mejorar la eficiencia de los servicios aéreos, densidad y eficiencia de ferrocarriles y eficacia en los servicios portuarios”.

Las oportunidades de México para convertirse en campeón del nearshoring siguen latentes; solo hace falta darles el impulso para hacer realidad los pronósticos de crecimiento económico del país. En el sector de autopartes sabemos que “la única constante en la vida es el cambio", lo que estamos transformándonos para ser el pilar de desarrollo que estamos llamados a ser en el futuro.


Referencias:

[1] Garrido, Celso (2022) México en la fábrica de América del Norte y el nearshoring. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) https://tinyurl.com/msjpdpuk; KPMG (2023) “Nearshoring. Nueve elementos clave para una relocalización exitosa a largo plazo”, México https://tinyurl.com/4a29tmze 

[2] https://kpmg.com/us/en/articles/2022/russia-ukraine-war-impact-supply-chains-inflation.html

[3] https://www.bloomberglinea.com/2022/10/25/nearshoring-es-una-oportunidad-unica-para-mexico-dice-bofa/

[4] https://imt.mx/resumen-boletines.html?IdArticulo=132&IdBoletin=43

[5] https://ceeg.mx/wp-content/uploads/2023/06/Nearshoring-DIGITAL.pdf

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