Rumbo a la Competitividad: Radiografía de las Pequeñas Empresas Industriales en Nuevo León

CAINTRA
Luis Rocha.
Marzo 07, 2024
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Después de explorar detenidamente el intrincado tejido empresarial a nivel nacional y regional, dirigimos nuestra atención hacia nuestra principal base industrial: Nuevo León. Al sumergirnos en este microcosmos empresarial nuestro propósito es compartir las áreas de oportunidad y formular recomendaciones prácticas para mejorar su competitividad en un entorno que demanda adaptabilidad y visión estratégica.

Este enfoque nos permite no solo conocer las realidades del sector industrial en Nuevo León, sino también contribuir de manera tangible al fortalecimiento y crecimiento de estas empresas en un mercado dinámico y desafiante.

Las pequeñas empresas industriales de Nuevo León (más de 3000), representativas del motor económico regional, abrazan una diversidad de actividades, las más relevantes, que cubren más del 50% de la actividad del estado. Un 18% se centra en la manufactura de productos metálicos, desde forjados hasta estructuras y envases metálicos. Por otro lado, un 13% se orienta hacia la edificación, abarcando desde residencial hasta naves industriales y comerciales. Otro segmento del 9% se dedica a la elaboración y procesamiento de alimentos. El 6% se involucra en trabajos especializados en construcción, mientras que un 5% se dedica a la fabricación de productos plásticos y de hule. El restante 5% aborda la construcción de obras para agua, petróleo y gas, generación eléctrica, telecomunicaciones y urbanización. Esta amalgama de industrias refleja la riqueza económica de Nuevo León, consolidándolo como un epicentro industrial dinámico y multifacético. 

 

Centro de Competitividad de Monterrey (CCM). (2023). [Clasificación y segmentación]. Datos obtenidos de Base de Datos del INEGI. Recuperado de https://www.inegi.org.mx/app/descarga/?ti=6 15122023 

 

De acuerdo con los autodiagnósticos que hemos realizado a través de los años existen dos ópticas: el proceso natural de desarrollo de una empresa en la cual se identifican prioridades a atender y por otro lado las oportunidades que al atenderlas habilitarán a pequeñas empresas a integrarse a las cadenas de valor de las grandes organizaciones.

 

Las tres áreas prioritarias para atender de acuerdo con nuestro diagnóstico empresarial que buscan el desarrollo integral y crecimiento sostenible, así como concretar la institucionalización son: 

 

GESTIÓN: Preparación de presupuestos de ingresos y egresos, la falta de certificaciones.

O&G (ORGANIZACIÓN Y GOBIERNO): Fortalecer la comunicación de la Misión y Visión en la empresa, establecer un Consejo de Administración, así como mejorar la alineación de los valores y estructuras de gobierno.

CULTURA: Un programa que fomente principios y valores.

 

Las tres áreas prioritarias para conectarse efectivamente a las cadenas de valor de las grandes empresas:

 

GESTIÓN

Indicadores Financieros: Conocer y utilizar los estados financieros para la toma de decisiones y la planeación, comprender los costos directos e indirectos de producción/operación son fundamentales para demostrar eficiencia y rentabilidad.

Gestión de Recursos Humanos: Asegurarse de tener políticas y procedimientos sólidos para la gestión de recursos humanos, incluyendo capacitación, evaluación de desempeño y desarrollo del personal, puede generar confianza en los socios de la cadena de valor.

Gestión de Clientes: Identificar y entender a los clientes potenciales, conocer sus preferencias y hábitos de compra, y mantener registros de clientes son aspectos fundamentales para atraer la atención de grandes empresas.

 

ESTRATEGIA

Estrategias de Ventas: Desarrollar estrategias y políticas de ventas, comprender y comparar productos y servicios con competidores puede destacar la propuesta de valor única de la empresa.

Conocimiento del Mercado: Conocer el potencial del segmento de mercado y tener una estrategia clara de canales de distribución son elementos clave para participar en las cadenas de valor de grandes empresas.

Capacitación Continua: Mantenerse actualizado con capacitación continua y programas de desarrollo/certificación de empleados demuestra compromiso con la mejora continua y la excelencia.

 

La toma de decisiones estratégicas para una empresa pequeña en el sector industrial requiere un análisis detenido y equilibrado de su situación actual. La prioridad debe estar fundamentada en una comprensión profunda de las circunstancias internas, identificando las áreas de mejora que permitirán fortalecer su estructura y operaciones. No obstante, este enfoque en las oportunidades internas no debe impedir la consideración de las ventajas externas.

Un equilibrio efectivo implica abordar con determinación las áreas internas críticas mientras se diseña simultáneamente una estrategia para capitalizar las oportunidades externas, en especial la posibilidad de integrarse a las cadenas de valor de grandes empresas. Este enfoque integrado no solo asegura una mejora integral y sostenible en la eficiencia interna, sino que también posiciona a la empresa para acceder a nuevos mercados, recursos y colaboraciones estratégicas que impulsarán su crecimiento a largo plazo.

En última instancia, el éxito radica en la capacidad de la empresa para adaptarse, evolucionar y aprovechar tanto las fortalezas internas como las oportunidades externas, creando así una base sólida para la competitividad y la prosperidad en un entorno empresarial dinámico y desafiante.

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