Con la misión de expandir su posicionamiento a nivel global, Mazda Motor Corporation anunció en junio de 2011 la inversión de 770 millones de dólares para la construcción de una planta manufacturera en México.
En ese tiempo, la región Bajío estaba destacando por su crecimiento en la industria automotriz, motivo por el cual la marca japonesa confirmó que se instalaría en Salamanca, Guanajuato; y fue hasta el 27 de febrero de 2014 que se pusieron en marcha las líneas de ensamble de Mazda de México Vehicle Operation, las cuales tienen una capacidad de producción de 140,000 unidades anuales.
La automotriz asiática proyectó que la fábrica mexicana contaría con una superficie superior a las 260 hectáreas, donde ensamblarían los modelos Mazda 2 y Mazda 3, para el mercado sudamericano, norteamericano y nacional, siendo un 80% de unidades para la exportación.
Cabe destacar que, en esta planta se desarrollan los procesos de estampado, ensamble, vestidura final y pintura, esta última línea destaca por contar con tecnología de punta a base de agua, por lo que contribuye en el cuidado del medio ambiente.
Asimismo, en ese tiempo se tenía previsto que generarían un aproximado de 4,600 empleos directos y contarían con una colaboración con al menos 10 proveedores japoneses que llegaron a México para facilitarles la cadena de suministro.
CONFIANZA EN MÉXICO
A los pocos meses de dar a conocer su llegada al país, la armadora nipona oficializó que tendría una línea adicional para autos de Toyota, aumentando otras 50,000 unidades más a su producción.
Dos años después, Mazda afirmó que incrementaría su producción anual a 230,000 vehículos y con esto se generarían alrededor de 1,500 empleos más y una inversión extra de 150 millones de dólares.
Para el mes de agosto se informó la creación de una nueva fábrica de maquinado de los motores SKYACTIV-G 1.5, SKYACTIV-G 2.0 y SKYACTIV-G 2.5, en la misma región con una inyección de capital de 120 millones de dólares y con la creación de otros 100 puestos de trabajo adicionales, por lo que se reforzaría el sistema de producción de tecnologías SKYACTIV en México.
La tecnología SKYACTIV es un término integral para definir la nueva generación de innovaciones de Mazda diseñadas para ofrecer un rendimiento extraordinario para el medio ambiente y un desempeño seguro, sin comprometer el placer de conducir y el renombre de la marca, por lo que abarca el motor, la transmisión, el chasis y la carrocería.
AGREGAN NUEVO MODELO
Recientemente, Miguel Barbeyto, presidente de Mazda de México, confirmó que la planta mexicana estará ensamblando próximamente el modelo CX-3.
Después de anunciar que dejará de producir el SUV crossover subcompacto CX-3 en Japón a partir de junio de 2022, Mazda Motor Corporation confirmó que trasladara la producción de hasta 50,000 unidades a la planta de Tailandia y a la de Salamanca, en este último complejo manufacturero se espera que su ensamble se dé a finales de 2022.
CRECIMIENTO EN GUANAJUATO
A casi tres años del anuncio, el 27 de febrero de 2014, Mazda Mexico Vehicle Operation (MMVO) inauguró su planta, la cual tuvo una inversión del 70% de la compañía y el restante fue aportado por Sumitomo; y tras casi siete años de haber iniciado producción, Mazda Motor Corporation adquirió el 100% de la propiedad mexicana.
En ese tiempo la empresa nipona afirmó que la fábrica de Salamanca es la base global estratégica más importante para el grupo, al implementar sus tres visiones: contribuir al crecimiento de la industria automotriz y la economía mexicana; entender los frutos de nuestro Plan de Reforma Estructural; y contribuir a la preservación del medio ambiente llevando nuestros modelos SKYACTIV a todo el mundo.
A inicios de 2017, Mazda de México se convirtió en la primera planta de la compañía a nivel mundial en alcanzar la producción de 500,000 vehículos, destacó por lograr producir en tan solo 36 meses esa cantidad de unidades. Para esa fecha, la planta contaba con 5,200 empleados.
Mientras que en 2018, MMVO alcanzó una producción acumulada de 700,000 vehículos, logrando un hito de fabricación trascendental.
Para ese periodo, colaboraban 6,000 personas que ensamblaban los modelos Mazda 2, Mazda 3, sedán y Hatchback; así como el Yaris-R para Toyota, exportando un aproximado del 90% de su producción a más de 33 países y sólo el 10% de la fabricación de autos se queda en el país.
En agosto de 2019, la compañía nipona confirmó el inicio de producción de su modelo SUV Mazda CX-30 en la planta de Salamanca, unidad que compartiría la línea de producción de la nueva generación del Mazda2 y Mazda3, autos cuya estrategia mecánica sirve como base para el nuevo modelo.
A seis años de haber llegado a tierras guanajuatenses, MMVO logró su producción de un millón de unidades, celebrándolo con la camioneta Mazda CX-30 y con la conmemoración del primer centenario de Mazda Motor Corporation.