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Desde hace varios años se ha edificado el término “sustentabilidad empresarial”, pero… ¿qué significa y cómo aplicarlo?
El desarrollo sustentable implica “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin afectar las posibilidades futuras para atender las propias”. Las energías renovables son un aliado imprescindible para lograr lo antes descrito; entre ellas se encuentran la energía solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica, el biogás y el bagazo.
Según el reporte del primer semestre 2018 Avance de Energías Limpias, en México se contaba con una capacidad efectiva instalada para la generación de energía eléctrica de 75,918.42 MW; de los cuales, 23,874.92 MW proceden de energías renovables. Es decir, el 31.45% del total de la capacidad instalada.
Actualmente, el país cuenta con 253 centrales en operación y construcción para la generación de electricidad a través de fuentes renovables. Los estados con mayor número de proyectos en marcha son Oaxaca, con energía eólica; y Veracruz, con biomasa; pero no son los únicos que invierten en el rubro.
Además, de acuerdo con la Secretaría de Energía, existen 20 proyectos en proceso que generarán 2,225.3 MW; 1,229.6 MW serán fotovoltaicas y 995.7 MW eólicas.
A nivel nacional, existen 18 proveedores de electricidad renovable para más de 1,500 empresas. Entre ellas se destacan Audi, Bosch, Cemex, Deacero, Femsa, General Motors, Nissan, Volkswagen y Kia Motors. Lo anterior se concreta a través de contratos bilaterales conocidos como Power Purchase Agreement (PPA).
• Nula emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y otros contaminantes que contribuyen al cambio climático.
• Reducción de costos de fabricación.
• Mayor eficiencia de los procesos.
• Aumento de la rentabilidad de productos y servicios.
• Impulso de la competitividad industrial.
• Fomenta la innovación.
México se ha tomado con seriedad este tema. Una muestra de la profunda transformación que está viviendo el mercado eléctrico del país es su posicionamiento en el top 10 de los países más atractivos para invertir en energías renovables, según varios estudios y rankings publicados.
¿Qué podemos esperar para los próximos años? En primer lugar, y para entender en qué situación nos encontramos, debemos hacer referencia a los objetivos establecidos por el gobierno federal en materia de energías limpias y su grado de cumplimiento: la generada en el país procedente de fuentes limpias debe ser de 35% en 2024 y de 50% en 2050.
De acuerdo con el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional, del 2016 al 2030 se considera una inversión de 119,431 millones de dólares para proyectos de infraestructura energética. Para los próximos 15 años, el 75% (89,552 mdd) estarán destinados a generación; el 12%, a proyectos de transmisión; y 13%, a distribución.
En definitiva, México es un país atractivo y con mucho potencial para convertir las energías renovables en el motor de cambio hacia un modelo más sustentable. De lograr aumentar sus números en este tipo de energía, podríamos hablar de una de las naciones latinoamericanas más importantes en cuanto a desarrollo sustentable se trata.
El desarrollo sustentable implica “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin afectar las posibilidades futuras para atender las propias”. Las energías renovables son un aliado imprescindible para lograr lo antes descrito; entre ellas se encuentran la energía solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica, el biogás y el bagazo.
Según el reporte del primer semestre 2018 Avance de Energías Limpias, en México se contaba con una capacidad efectiva instalada para la generación de energía eléctrica de 75,918.42 MW; de los cuales, 23,874.92 MW proceden de energías renovables. Es decir, el 31.45% del total de la capacidad instalada.
Actualmente, el país cuenta con 253 centrales en operación y construcción para la generación de electricidad a través de fuentes renovables. Los estados con mayor número de proyectos en marcha son Oaxaca, con energía eólica; y Veracruz, con biomasa; pero no son los únicos que invierten en el rubro.
Además, de acuerdo con la Secretaría de Energía, existen 20 proyectos en proceso que generarán 2,225.3 MW; 1,229.6 MW serán fotovoltaicas y 995.7 MW eólicas.
A nivel nacional, existen 18 proveedores de electricidad renovable para más de 1,500 empresas. Entre ellas se destacan Audi, Bosch, Cemex, Deacero, Femsa, General Motors, Nissan, Volkswagen y Kia Motors. Lo anterior se concreta a través de contratos bilaterales conocidos como Power Purchase Agreement (PPA).
• Nula emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y otros contaminantes que contribuyen al cambio climático.
• Reducción de costos de fabricación.
• Mayor eficiencia de los procesos.
• Aumento de la rentabilidad de productos y servicios.
• Impulso de la competitividad industrial.
• Fomenta la innovación.
México se ha tomado con seriedad este tema. Una muestra de la profunda transformación que está viviendo el mercado eléctrico del país es su posicionamiento en el top 10 de los países más atractivos para invertir en energías renovables, según varios estudios y rankings publicados.
¿Qué podemos esperar para los próximos años? En primer lugar, y para entender en qué situación nos encontramos, debemos hacer referencia a los objetivos establecidos por el gobierno federal en materia de energías limpias y su grado de cumplimiento: la generada en el país procedente de fuentes limpias debe ser de 35% en 2024 y de 50% en 2050.
De acuerdo con el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional, del 2016 al 2030 se considera una inversión de 119,431 millones de dólares para proyectos de infraestructura energética. Para los próximos 15 años, el 75% (89,552 mdd) estarán destinados a generación; el 12%, a proyectos de transmisión; y 13%, a distribución.
En definitiva, México es un país atractivo y con mucho potencial para convertir las energías renovables en el motor de cambio hacia un modelo más sustentable. De lograr aumentar sus números en este tipo de energía, podríamos hablar de una de las naciones latinoamericanas más importantes en cuanto a desarrollo sustentable se trata.
