Desde hace varias décadas, los fabricantes de todo el mundo han intentado digitalizar la administración y automatización de tareas. Así lo vimos con los precursores de los ERP, que se centraban en la gestión de procesos y otras herramientas de planificación.
En los 90, la irrupción de los ERP buscaba que las empresas contaran con un programa computacional que gestionara y automatizara la mayoría de los procesos, desde aspectos de producción, finanzas, logística, contabilidad y recursos humanos. Pero su enfoque siempre ha sido más transaccional y nada inteligente para apoyar la toma de decisiones.
A su vez, los Manufacturing Execution Systems (MES) se enfocaron en rastrear, documentar –y en la medida de lo posible, controlar– todo el proceso de manufactura, desde la gestión de la materia prima hasta el producto terminado.
Cierto, antes de la llegada de las tecnologías emergentes, ambos sistemas habían sido valiosos para un control más eficiente de los procesos. Ahora creo que ambos están en vías de extinción.
Ha sucedido en todo tipo de aplicaciones que usamos todos los días. Por ejemplo, Whatsapp y Slack son la evolución de las primeras aplicaciones para chatear. Así que sería una necedad pensar que no sucederá lo mismo en el campo de los softwares para procesos empresariales.
La razón de esto es el resultado de las exigencias del mercado hacia productos más personalizados, algo que un ERP o un MES no ofrece. Hoy en día, estamos inmersos en una era que está enseñando a los usuarios a buscar soluciones para problemas específicos. Por ejemplo, una solución de IoT + IA para gestión de inventarios que se integre fácilmente a los sistemas que ya tiene la empresa.
Los tiempos de las soluciones fijas que buscaban “resolver” todos los problemas operativos quedaron atrás. Los fabricantes de software deben crear soluciones personalizadas a los procesos de los fabricantes.
Las empresas buscan especialistas que ofrezcan la solución con el mayor potencial, en versiones de pago SaaS y que pueda ser implementada en cuestión de días.
Estamos aprendiendo a desarrollar y consumir estas soluciones innovadoras. Por ello, la salida de los ERP y MES no será inmediata. Pero, por ejemplo, podría suceder que una empresa que aún no ha invertido en un MES, decida integrar algunas capas de soluciones a su ERP.
Por dar un ejemplo, Tulip, una empresa que creó una plataforma de aplicación de fabricación modular que combina el IoT y la analítica avanzada, busca que sus usuarios –expertos en procesos de fabricación– creen apps que sustituyen procesos manuales por digitales, automatizando la captura de información de máquinas y equipos 24/7. Esta información puede ser integrada a cualquier ERP para ligar la parte transaccional con la operativa.
Otra necesidad que se ha vuelto común es la de planear la secuencia de producción, optimizando los recursos y reaccionando de manera
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Marcelo de la Garza
CEO de Gesta Labs
marcelo@gestalabs.com
https://gestalabs.com