Hace poco leí: “Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. No se ponen en pie cuando entra una persona anciana. Responden a sus padres y son simplemente malos”. Esto ya lo hemos escuchado varias veces y podremos estar de acuerdo o no, pero lo verdaderamente sorprendente es que fue dicha por Sócrates, el gran filósofo griego. De eso hace ya algunos años, allá por 400 a.C., para que nos demos una idea.
La eterna pugna entre generaciones ha sido el pan nuestro de cada día. Recordemos a nuestra familia: abuelos, padres, hijos, sobrinos… cada uno con sus ideas, intereses, perspectiva y forma de ver la vida. Algo parecido es una empresa con diferentes generaciones conviviendo durante ocho horas o más dentro de cuatro paredes. ¿Puede esto ayudar al crecimiento de la organización?
Depende de los directivos y de las organizaciones. Depende qué tan abiertos estemos (ojo: todas las generaciones involucradas) a escuchar aportaciones nuevas y maneras de hacer las cosas diferentes. Sin embargo, este es un trabajo más difícil de hacer que de decir.
Esto no solo atañe a los baby boomers y generacion X (ejem, ejem), sino también a los millennials, y se podría resumir a una palabra: adaptación. Como decía Charles Darwin, la especie que sobrevive no es la más inteligente, sino la que se adapta mejor al cambio.
Los jóvenes que llegan a la empresa deben tener la mente abierta a que van a aprender de la experiencia de sus jefes y que si los escuchan se van a ahorrar muchos dolores de cabeza, mientras los jefes deben tener la mente abierta para escuchar ideas frescas que pueden llegar a mejorar los procesos y, por ende, la forma de hacer las cosas.
Existe un fenómeno en internet que se llama filtro burbuja, es decir, que el algoritmo de las páginas web (incluidas redes sociales) solo te muestra los temas que te gustan y lo que te parece apropiado sin mostrarte nada que sea contrario a tus ideas o que no esté dentro de tus intereses, teniendo como resultado un aislamiento intelectual. ¿A qué viene esto? Seamos cuidadosos y no traslademos los filtros burbuja a nuestra familia o centro de trabajo.
Sí, definitivamente la generación X traemos un chip muy distinto a un millennial o a un centennial, e incluso a nuestros padres los baby boomers (tema para otra columna). La bendición de un equipo con varias generaciones es que todos salen beneficiados, independientemente si en tu empresa trabajan tres, 300 o 3,000 empleados: equilibrio al tener diferentes puntos de vista, la oportunidad a los mayores de enseñar y empoderar a los más jóvenes, si tenemos la disponibilidad, podemos lograr apertura de mente logrando un enriquecimiento no solo al equipo, sino a la empresa misma.
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Inés Velasco
Directora de Sigma Solutions
Correo: ivelasco@sigmasolutions.biz
