Entiendo a mis colaboradores porque pasé por lo mismo. No puedes pedir algo si tú no lo sabes hacer, no puedes pedirle a la gente que dé más si tú no lo diste. Haber estado en producción, en turnos, ensuciándome en las máquinas, hizo que ahora que me toca liderar, tenga una visión de apertura de poder establecer planes de trabajo, dijo Pedro González, gerente de operaciones de Plomaq.
A finales del 2008, Pedro había terminado su ingeniería en Administración de Sistemas y se encontraba en búsqueda de un trabajo. Dos años después, a pesar de la situación retadora por escasez de trabajo, entró a Plomaq como inspector de calidad, para administrar el almacén de cuarentena y control documental.
Fue impactante para mí. A los seis meses estuve a punto de renunciar; pero me casé muy joven, a los 21 años. Mis niños estaban chiquitos, había necesidad y poco trabajo, entonces me aferré a esa idea y a chambear.
Después de eso, Pedro ascendió dentro de la compañía con varios puestos: ingeniero de calidad, coordinador de producción con jefatura de turno y de mecánicos; hasta que se abrió una vacante para capacitador de capital humano.
Entré a competir con personas que tenían 10 o 12 años en la empresa, aprobé y estuve en esa área dos años aproximadamente. Ahí me dieron la responsabilidad de servicios generales y apoyé al área de seguridad industrial, compartió.
En el 2011, el director de la empresa le solicitó apoyo para cubrir momentáneamente la vacante de gerente de calidad; por ello, se capacitó con un consultor, pidió un equipo de trabajo con el que había coincidido en otras áreas, y lograron la certificación de la empresa con un sistema de gestión independiente en un periodo de cuatro meses.
Me gané la confianza de la dirección y gerentes. Me dijeron que, si quería el puesto, me iban a apoyar con una maestría y me becaron con el 80 por ciento. Fue así que, en el 2012 y durante cuatro años, asumió la gerencia de calidad, proyectos y mejora continua.
Un año después, fue invitado a ser evaluador del Premio Nuevo León a la Competitividad. Durante ocho meses, fungió como evaluador y, al mismo tiempo, preparó a la empresa para ser auditada. Gracias a su empeño y dedicación, fueron acreedores del galardón de bronce.
Desde el 2016 directa e indirectamente bajo mi cargo siete áreas como gerente de operaciones: manufactura, en la que trabajo con 80 personas, y las otras seis áreas que suman alrededor de 130 familias en total de las que me siento responsable. Soy el vivo ejemplo de las tres directrices que nuestro director tiene: alto sentido de responsabilidad social, nunca por encima de la dignidad de una persona; siempre buscar primero la promoción interna; y romper paradigmas.
Su manera de trabajo se centra en predicar con el ejemplo: arrastrar el lápiz, que es su lema personal. Además, una de sus formas de motivar a sus empleados es hablarles de que, cuando él llegó a la empresa, tenía las mismas oportunidades que ellos. Estudia, trabaja, sé leal, honesto, cumple con los valores de la organización y el día de mañana puedes llegar a ser gerente, les comparte.
Estar en Plomaq me transformó, fue una maduración profesional que me ha llevado a tener una maduración personal; por lo tanto, familiar, educativa y social. Espero estar muchos años más aquí porque todos los días es una aventura, concluyó.
Más información:
Edad: 38 años
Origen: Monterrey, Nuevo León
Escolaridad: Ingeniero Administrador de Sistemas y Maestría en Administración en Sistemas de la Calidad
