Oportunidades de la industria de autopartes ante las regulaciones de contenido regional del T-MEC

Aranceles, instrumento del nearshoring
Armando Cortés.
Septiembre 06, 2023
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En el marco del tercer aniversario de la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), desde la INA reconocemos que este acuerdo ha representado un poderoso motor de desarrollo y crecimiento económico para la región y, sobre todo, para las cadenas productivas de la industria automotriz y de autopartes, que son y seguirán siendo parte esencial de la competitividad de América del Norte. 

Luego de la entrada en vigor del T-MEC el 1 de julio de 2020, dando continuidad al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), uno de los puntos más importantes es el relativo a las nuevas regulaciones en materia de contenido regional y reglas de origen que se establecieron, trayendo nuevos desafíos y oportunidades para el sector.

En concreto, las normas determinan si los bienes son originarios de un país miembro y, por tanto, si un producto se beneficia del trato arancelario preferencial a través del establecimiento de requisitos específicos de Valor de Contenido Regional (VCR) que pasaron del 62.5% al amparo del TLCAN, al 75% a partir del 1 de julio del presente año para las partes esenciales de los vehículos ligeros, así como un incremento que alcanzará el 70% para vehículos pesados a partir del 1 de julio de 2027.

Este tema resulta fundamental porque, incluso en una región tan interconectada como lo es Norteamérica, todavía persiste el reto de fabricar vehículos sin componentes o materias primas provenientes de otros países. 

En diciembre del año pasado tuvimos la resolución de un punto importante sobre la forma de calcular el VCR, en el que México y Canadá se unieron para defender una interpretación más objetiva de la metodología, conocida como Roll-up o acumulación, que al final resultó victoriosa por ser compatible con los principios del nuevo tratado.

El concepto de Roll-up permite que si una mercancía califica como originaria según la Regla de Origen del T-MEC, no se necesite determinar el valor de los insumos intermedios provenientes de otros países, ya que dicha mercancía se considera 100% originaria cuando se utiliza en la fabricación de un producto final.

Dicha decisión es probablemente la más importante para la industria de autopartes desde que el T-MEC entró en vigor, pues facilita la implementación de los acuerdos, evitando que eslabones de la cadena productiva caigan en un esquema de Nación Más Favorecida en el que las condiciones más favorables de acceso que se hayan concedido a un país deben otorgarse automáticamente a todos los demás participantes en el sistema, de acuerdo con la Organización Mundial del Comercio.[1]

Lo anterior demuestra que una industria unida a nivel regional nos permite diseñar estrategias que sigan fortaleciendo a Norteamérica ante un escenario en constante evolución que ahora avanza al compás de la electromovilidad y la digitalización
 


[1] https://www.wto.org/spanish/tratop_s/serv_s/cbt_course_s/c1s6p1_s.htm

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