Armando Cortés Galicia, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA)
En los últimos años, la "Industria 4.0" ha revolucionado a un ritmo vertiginoso la forma en que los negocios operan. El Foro Económico Mundial (FEM) estima el valor de las transformaciones digitales en 100 mil millones de dólares en los próximos 10 años, particularmente para el sector manufacturero.
Estos desafíos abren la puerta a nuevas oportunidades, ya que la industria automotriz ha demostrado ser resiliente ante las condiciones actuales. Hoy, la automatización, la electromovilidad, el acceso digital al cliente y la conectividad son el impulso de la revolución y motor del crecimiento.
Máximo potencial
McKinsey estima que México puede aumentar su Producto Interno Bruto (PIB) entre un 7% y un 15% para 2025 si alcanza una calificación de madurez digital y datificación "buena" o "muy buena". Sin embargo, a pesar de que la conectividad es una necesidad, tecnologías como la comunicación inalámbrica, el análisis de datos y la computación en la nube son áreas que aún no han alcanzado su máximo potencial en el país, especialmente ante la demanda de vehículos autónomos.
Las fábricas inteligentes podrían posicionar a México como un centro de la Industria 4.0, siendo la industria automotriz la mayor beneficiaria de esta transición al estar más preparada para la transformación digital. Los fabricantes de vehículos ya han comenzado a introducir gemelos digitales para monitorear las operaciones y tener una representación digital de cada uno de los procesos.
Soluciones digitales
Además, la digitalización también revoluciona la cadena de suministro. Desde la inteligencia artificial y la ciencia de datos avanzada hasta el análisis predictivo, las soluciones digitales aceleran la transformación de la cadena, disminuyendo costos y recursos.
Sin embargo, los desafíos persisten: se requiere un cambio significativo en habilidades y experiencia en áreas como el análisis de datos, la ciberseguridad y el desarrollo de software, además de contar con una infraestructura de red robusta y confiable.
Digitalización sostenibles
También permanece el reto de proveeduría de semiconductores, ya que a medida que los automóviles se vuelven más autónomos, eléctricos y conectados, dependen cada vez más de ellos; así como lograr una digitalización sostenible que procure proteger al medio ambiente y facilitar la transición para pequeñas y medianas empresas, junto con las grandes transnacionales.
