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Talento, piedra angular para la competitividad internacional de la industria aeroespacial

Alejandra Oropeza.
Noviembre 01, 2022

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Los retos para la industria no cesan. Ahora, la reactivación económica luego de la pandemia por Covid-19 abre a los sectores industriales nuevos paradigmas para continuar la búsqueda de su recuperación y uno de ellos es el aeroespacial.

Con el restablecimiento de vuelos, el sector aéreo se ha recuperado y con él la industria aeroespacial que ha replanteado sus estrategias para atender la demanda del sector.

De acuerdo con el Global Market Forecast 2022-2024, de Airbus, la demanda de tráfico aéreo de pasajeros crecerá al año 3.6%, durante los próximos 20 años. Y esto generará una demanda de 39,490 nuevos aviones de pasajeros.

Ante estas cifras, tanto fabricantes como empresas de los diferentes niveles de la cadena de proveeduría han acelerado sus planes de producción, tanto para recuperar el stock perdido durante la pandemia como para cumplir con la demanda de los clientes. Sin embargo, para que estos sean exitosos deben  asegurar su activo más valioso: su talento humano.

Jerónimo Sánchez, director ejecutivo de Hyrsa Aerospace, existe un déficit en la mano de obra, principalmente especializada. Este tema no es propio de la industria aeroespacial nacional, sino también de otros países en el mundo, como Estados Unidos y Canadá que, ante un mayor dinamismo, voltean a México para completar sus plantillas.

Y es que la fuga de talento es una realidad. “En la frontera hemos visto que a muchos de nuestros jóvenes los reclutan y se los llevan a Estados Unidos, lo que cuando uno es joven es una ventaja porque lo que busca es conocer el mundo y salir de su zona de confort”, comentó Tomás Sibaja, presidente de Baja Aerospace, el clúster aeroespacial de Baja California.

Según el estudio 2021 A&D Workforce Study: how to prepare now for the work of the future, realizado por EY, desde el 2017, la edad media de los empleados de Aeroespacial y Defensa (A&D) ha sido de aproximadamente 47 años, y los empleados de 55 años o más han constituido entre 28.2% y el 29.8% de la plantilla de las empresas del sector aeroespacial y de defensa. 

Y aunque su encuesta (realizada a más de 950,000 empleados en todo el mundo), mostró una distribución más uniforme, el mayor segmento de la fuerza de trabajo de A&D encuestada sigue siendo de 55 años o más, con 26 por ciento.

“Estas estadísticas ponen de manifiesto la necesidad de que la industria de A&D siga centrándose en atraer a los jóvenes talentos, ya que los estudios sugieren que pueden pasar de 10 a 20 años para reemplazar completamente a los empleados que se jubilan en la industria”, advierte el estudio.

“Mucha mano de obra se está yendo a Estados Unidos y Canadá, pero también está llegando mucho trabajo en México, por lo que hay que compaginar la demanda internacional de mano de obra especializada, la demanda nacional y la capacidad de las universidades e instituciones educativas para desarrollar”, comentó Sánchez. 

 

INDUSTRIA AEROESPACIAL REQUIERE MAYOR CAPITAL HUMANO 

De acuerdo con la Agenda Estratégica de las Instituciones de Educación Superior, en México son 41 las instituciones de educación superior que ofertan en conjunto 78 programas aeronáuticos y espaciales. Mientras tanto, la matrícula especializada en aeronáutica, espacial y afín, al 2020, fue de 7,257 estudiantes, de los cuales 6,130 corresponden a ingeniería y licenciatura, 1,019 a técnico superior universitario, 70 a maestría, 28 a especialidad y 10 a doctorado.

En Hyrsa Aerospace, una empresa de maquinados CNC que produce componentes para las turbinas de avión, ubicada en Querétaro, se observa una reactivación fuerte, por lo que la recuperación podría llegar más rápido de lo anticipado, del 2025 a mediados del 2024.

“Se está hablando de que se tienen que entregar entre 60-80 turbinas al mes para surtir a los aviones. Y, en su máxima recuperación, están buscando poder entregar hasta 120 turbinas, en los proyectos y plataformas en las que participamos”, detalló Sánchez.

Por ejemplo, uno de los proyectos en los que participa la queretana es en el 737 Max de Boeing. De acuerdo con el fabricante, de enero al cierre de septiembre, entregó 328 aviones comerciales. De estas, 277 corresponden al programa del 737, es decir, un promedio mensual de 30 aeronaves en el periodo en cuestión.

Por su parte, Airbus, al cierre de septiembre, ha entregado en total 437 aeronaves, un promedio mensual de 48 aviones, según datos de la armadora.

En este contexto, México es un activo participante en esta industria aeroespacial, al situarse como el 12 mayor exportador a nivel mundial y como uno de los sectores de mayor crecimiento. Incluso, según cifras de la agenda, para el 2030 esta industria requerirá de 105,000 profesionales especializados.

“Todas las empresas estamos buscando un incremento a la plantilla laboral. Nosotros proyectamos un incremento de 30%, pero hay empresas que requieren 50-60% más”, expuso.

En Baja California, estimó Sibaja, son alrededor de 2,000 las plazas vacantes en el sector aeroespacial ante la expansión de la industria existente, que está atrayendo más líneas de producción, en una región donde este sector crece 21% anual, en promedio.

En este sentido, para ir a la par de esta reactivación, los programas duales son esenciales, coincidió José Núñez, gerente de recursos humanos de American Industries y director del Comité de Recursos Humanos y Vinculación de index (Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación) y de los clústeres aeroespacial y automotriz en Chihuahua, quien añadió que la demanda de mano obra es alta y ha llegado a un punto en el que la oferta de empleos supera la disponibilidad.

De manera que hay una gran oportunidad para generar la colaboración adecuada con la triple hélice (instituciones educativas, gobierno y el sector productivo) para crear esas habilidades que se requieren, no sólo en el área de manufactura sino de soporte administrativo.

“En Chihuahua hay un crecimiento importante de diversas plantas en general, tanto aeroespacial como de otros, y el reto generacional está vivo. El paradigma de que se incorporan a cualquier puesto de trabajo es diferente al que había en otras generaciones”, comentó.

EY refiere que la generación de los baby boomers valora generalmente la estabilidad y la permanencia, a diferencia de los millennials (de 25 a 39 años) y la Generación Z (de 18 a 24 años), que tienden a valorar la movilidad laboral interna o externa para obtener una gran cantidad de experiencias, iniciativas de responsabilidad social corporativa con propósito y flexibilidad.

Nuñez reconoció que esta identificación de generaciones es estratégico para que los colaboradores se comprometan con la organización, aunado a una gran oferta. Por ejemplo, en la ciudad de Chihuahua, index detectó que se requerirá cubrir 5,000 plazas en los próximos tres meses en ambas industrias. Para el 2023, en lo que refiere al sector aeroespacial, estiman que las empresas requieren crecimientos de entre 20 y 40% en sus plantillas laborales.

“Estamos transitando hacia nuevas formas de administración de personal y trabajar en los programas duales para una ‘internación temprana’ de los estudiantes en los centros de trabajo ha funcionado bien”.

De manera que un entrenamiento a temprana edad (técnica, media superior y superior), junto con el dominio del idioma inglés y la capacitación en las nuevas tecnologías, generará un valor agregado que sume a una industria fortalecida y competitiva.


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