La revolución industrial marcó un antes y un después en la historia de la humanidad, al ser un periodo de innovación tecnológica y científica, que a la par, fomentó la productividad. Por ello, las fábricas se han caracterizado por ser generadoras de empleo, productos y/o servicios. Al paso de las décadas, los distintos sectores industriales continúan transformando sus centros manufactureros con el impulso de la Industria 4.0, el cual, cuenta con el apoyo de la digitalización, automatización y tecnologías de la información, que tienen el afán de aumentar los rendimientos y eficiencia sin descuidar el medio ambiente.
Tal es el caso del sector automotriz que está haciendo su cambio de ensamblar automóviles de combustión interna a vehículos eléctricos con cero emisiones, creando un salto una revolución en la construcción de nuevas plantas manufactureras que satisfagan las necesidades del mercado.
La compañía estadounidense Tesla –la cual es liderada por Elon Musk-, es pionera en este camino con la creación de las ‘Gigafábricas’, las cuales avanzan a gran velocidad, mientras que la mayoría de las construcciones toman años para finalizarse, una fábrica de baterías de iones de litio puede construirse en tan solo algunos meses.
La primera planta de este tipo inició su construcción en junio de 2014 en Nevada, Estados Unidos. Desde entonces, la compañía estadounidense a edificado en Nueva York, China, Alemania y Texas. Además, recientemente se dio a conocer que existe la posibilidad que la compañía invierta hasta 1,000 millones de dólares para construir este tipo de complejo manufacturero en México.
Con la construcción de estas Gigafábricas, enfocadas en la fabricación de baterías para autos eléctricos en grandes dimensiones, la marca tiene la misión de acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible a través de vehículos eléctricos y productos energéticos cada vez más asequibles.
Para aumentar la producción a 500,000 autos por año, solo Tesla requerirá el suministro de baterías de iones de litio. Estas plantas surgieron por necesidad y suministrarán suficientes baterías para soportar la demanda proyectada de vehículos de la compañía automotriz.
En la actualidad, la Gigafábrica produce motores eléctricos y paquetes de baterías, además de los productos de almacenamiento de energía de Tesla, Powerwall y Powerpack.
Con el aumento en la producción de la Gigafábricas, el costo de las celdas de baterías de Tesla se reducirá significativamente a través de economías de escala, fabricación innovadora, reducción de residuos y la simple optimización de ubicar la mayoría de los procesos de fabricación bajo un mismo techo.
Con la reducción del costo de las baterías, la marca puede poner a disposición sus productos cada vez a más personas, lo que nos permite crear el mayor impacto posible en la transición del mundo a la energía sustentable.
La Gigafactoría es un término que empezó a utilizar Tesla, y a casi nueve años de este nuevo modelo de producción, el hecho de que la industria automotriz se alimente de baterías y fuentes de energía alternativas es una realidad. Tan es así, que el resto de los jugadores como Volkswagen, BMW, Seat o Nissan han establecido inversiones millonarias para la construcción de sus propias plantas con este concepto.
En los autos eléctricos se habla de kWh como unidad de capacidad de almacenamiento de energía. Y esta unidad no se utiliza únicamente en las baterías, sino también para hablar de la dimensión de las fábricas.
Una Gigafactoría es una fábrica de baterías para coches eléctricos con una capacidad de producción total superior al GWh, aunque esta condición no se tiene por qué cumplir de manera necesaria.
Una Gigafábrica de baterías no solo se fabrican las baterías de coches eléctricos, además son centros especializados en el reciclaje de componentes. En algunos casos se reciclan dándoles una segunda vida, mientras que en otras situaciones se realizan alternativas para reducir el impacto ambiental del ensamblaje de baterías para vehículos eléctricos.
