Las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) del sector aeroespacial perciben un 2023 “retador”, en el que hay una demanda clara ante la reactivación económica global, pero también existe un complejo escenario nacional e internacional.
Si bien existe una ávida necesidad del sector industrial por reactivar toda la economía, aún prevalece la incertidumbre de una recesión económica, una crisis energética y una inflación que aún no termina.
“Va a ser un año de muchos retos en temas de espacio y aviación, se observa que habrá mucho crecimiento y alta demanda”, dijo Jatziri Barrios, CEO de Especialistas en Turbopartes (ETU) Aerospace.
Durante más de un año gran parte de la flota mundial permaneció en tierra sin mantenimiento, lo que provoca ahora que los ciclos de producción y Mantenimiento, Revisión y Overhaul (MRO, por sus siglas en inglés) se empalmen, cuando anteriormente primero iba el de producción y, posteriormente, el de mantenimiento.
“Ahora se tienen ciclos de MRO y de fabricación que deben reactivarse, lo que generará un año de muchos retos”, consideró.
Por su parte, Arturo Nava, director general de planta de Elastómeros de Querétaro, expuso que hay una gran posibilidad de demanda y nuevos proyectos, pero también existen diversas restricciones, por ejemplo, en materias primas.
Lo anterior, debido a los tiempos de espera para la recepción de materias primas los cuales se prolongan por factores de desabasto, energía, entre otros, que vienen a estresar la cadena de suministro, sumado a otros efectos de inflación y cashflow.
No obstante, destacó que “hay proyectos, hay demanda, hay trabajo y tendremos que encontrar la manera de `surfear´ para poder lograr los objetivos. El peor escenario es que no hubiera demanda, todas las demás restricciones encontraremos cómo solucionarlas”.
Al respecto, Jerónimo Sánchez, director of business development de Hyrsa Aerospace, coincidió en que actualmente enfrentan los largos tiempos de espera para recibir las materias primas que se requieren para la producción, lo que dificulta los tiempos de entrega con los clientes.
Durante la pandemia, explicó, la producción de las plantas se detuvo, pero continuó la venta de stock, lo que genera que en la actualidad se produzca para generar stocks, al tiempo de la fabricación para hacer entregas, lo que genera una demanda doble.
En la industria aeroespacial, las empresas son un libro abierto en el que, para cotizar, deben de mostrar los costos de procesos, mano de obra, flete e incluso, a veces, de cuánto es tu utilidad.
“Nuestra competencia no está a la vuelta de la esquina, no está en San Luis Potosí, Chihuahua, Monterrey, sino que nuestra competencia está en Alemania y Canadá, por lo que tenemos que estar a la par de ello y ser competitivos, desde la manufactura hasta la parte financiera y también gubernamental”, concluyó Sánchez.