Si Estados Unidos relocalizara en México solo el 2% de lo que compra en insumos a China, el sector automotriz mexicano podría capitalizar hasta 7,020 millones de dólares (mdd) en proveeduría, apuntó Kenneth Smith Ramos, socio del despacho de asesoría Agon Economía, Derecho y Estrategia.
La cifra es parte de un estudio elaborado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, que el exjefe negociador del Tratado entre México, EE.UU. y Canadá (T-MEC) compartió en el webinar: Retos y desafíos 2022 en la cadena de suministro de la industria automotriz y de autopartes en México frente al T-MEC.
Otros de los sectores beneficiados con este nearshoring [proceso en el que una empresa transfiere parte de su producción a terceros para acercarla a su locación] serían las fabricantes mexicanas de equipos de comunicación (5,311 mdd), las compañías adheridas a la producción de maquinaria eléctrica (4,873 mdd), las de maquinaria general (9,485 mdd), e instrumentos de precisión (4,389 mdd), así como las ligadas a hules y plásticos (1,557 mdd), entre otros.
Para capitalizar estas oportunidades, el despacho del que es parte Smith Ramos creó la Guía de cumplimiento del T-MEC, en la que ofrecen una serie de tópicos que las empresas mexicanas automotrices deben observar para poder cumplir con este tratado y beneficiarse de él.
Las prioridades que considera esta guía tienen que ver con los aspectos laborales del acuerdo, reglas de origen, procedimientos aduaneros, facilitación comercial, comercio digital y el factor energético. “La gran clave es saber desarrollarlos”, agregó el especialista.
RETOS
De igual forma, se refirió a la disrupción que han sufrido las cadenas de valor de la industria automotriz, que se han visto afectadas por la escasez de insumos, el incremento en los costos de flete y la pandemia.
“Hay grandes oportunidades que se derivan del T-MEC, de atraer inversión a México por el fenómeno de nearshoring, por la coyuntura mundial y de la pandemia, pero también por el hecho de hacer las reglas de origen más estrictas para otras regiones del mundo, se vuelve más difícil exportar sus componentes e incorporarlos al sector automotriz en América del Norte”.
Ante este panorama, advirtió Kenneth Smith, la escasez de insumos persistirá este año. A este desafío se unen las posturas que los gobiernos mexicano y estadounidense han manifestado recientemente y que podrían estar violando las reglas acordadas en el T-MEC.
El primero, por sus pretendidas reformas en el tema energético; y el segundo, por el “nacionalismo económico” que busca instaurar, al favorecer la producción y proveeduría en EE.UU. de vehículos eléctricos, a través de subsidios para las empresas de ese sector que se instalen en territorio estadounidense, precisó el experto.