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Juan Pablo Cervantes Sánchez Navarro compartió las adiciones y modificaciones sobre el T-MEC

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Después de 13 meses de negociaciones, el 30 de septiembre del 2018 los Gobiernos de los países de la región de América del Norte aprobaron un nuevo acuerdo comercial: el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), mismo que sustituirá al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994.

 

Por lo que, Juan Pablo Cervantes Sánchez Navarro, presidente de la Sección Empresarial México-Estados Unidos de COMCE, compartió que las adiciones y modificaciones a los capítulos que hoy constituyen al T-MEC implican importantes cambios con respecto al TLCAN, particularmente en temas como contenido regional, combate a la corrupción, salarios, medioambiente y comercio electrónico (e-commerce).

 

“Es decir, aunque el T-MEC continúa sobre las bases del TLCAN, se añadieron capítulos y disposiciones en diversos rubros, como el aumento del porcentaje del contenido regional en la industria automotriz, mayores reglas para que ciertos componentes manufacturados sean hechos en zonas de altos salarios, mayor protección a la propiedad intelectual, nuevas reglas para el comercio electrónico, entre otras”, compartió.

 

Juan Pablo Cervantes Sánchez Navarro indicó que una de las ventajas que tiene México sobre el T-MEC es que este es parte del bloque económico más importante del mundo, además, de que va a conservar su proyección internacional de fronteras y de economía abiertas a la inversión, por ello es muy importante la firma del Tratado y su posterior ratificación.

 

Señaló que con el nuevo acuerdo comercial las empresas deberán apostarle más al comercio electrónico, ya que es una de las nuevas modificaciones a los capítulos que va a tener un impacto muy importante y, apuntó, que habrá que seguir las reglas de origen a nivel de industria automotriz, textil y electrónica para ver cómo se va desarrollando.

 

“Las empresas automotrices se van a tener que adaptar al contenido regional hay que ver cómo se da esta evolución del 62.5 al 75%, el tema de que los autos se fabriquen en las regiones que tengan ciertos niveles salariales y que también se utilice acero y aluminio de la región, ese es el reto el ver que se cumplan con estas nuevas reglas”, finalizó.

 

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