La logística inversa es una estrategia que gestiona adecuadamente el retorno de las mercancías en la cadena de suministro.
De acuerdo con Allied Market Research, en el estudio Reverse Logistics Market by Return Type: Global Opportunity and Industry Forecast 2021-2028, en 2020 el mercado global de logística inversa se valoró 635.6 mil millones de dólares y se proyecta que alcance 958.3 mil millones en 2028, lo que representaría una tasa de crecimiento anual compuesta del 5.6 por ciento.
Mauro Alejandro Buenfil Villa, vicepresidente del Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro, A.C. (Conalog), explicó que la logística inversa siempre ha existido, solamente que fue entre los años 2000 y 2006 que se empezó a reconocer y se dio como tal el título formal a esta práctica.
Esta práctica se trata del regreso de los equipos logísticos y productos –que no se van a quedar en el punto de entrega– hacia el centro desde donde se distribuyó el producto.
No basta solamente con enviar, por ejemplo, producto en cajas de plástico u otro material y cerrar el proceso de entrega, sino que la logística inversa implica que aquella caja, tarima u otro medio en el que se haya transportado algún producto regrese, pero vacío.
Otra parte de lo que implica este proceso, además de regresar el equipo logístico vacío, es la devolución de producto, y ese tiene dos causas principales: una es que se trate de producto excedente en el punto de venta, y otra causa es porque este no cumplió con alguna condición (no fue aceptado por el cliente o sufrió algún daño).
¿Es posible que esto tenga implicaciones? De acuerdo con Buenfil si no se tiene un control operativo puede haber una repercusión en un costo alto.
Dijo que la logística inversa no puede evitarse, pero sí es posible optimizarla, de tal manera que permita reducir costos y controles diarios.
“Hoy por hoy en la logística inversa tenemos tres retos: elevar el nivel de servicio, bajar costos y trabajar ‘verde’, es decir, siendo más amigables con el medio ambiente”, destacó Buenfil.
Agregó que es importante pensar en esos tres conceptos: ¿cómo se hace más barato?, ¿cómo se hace más eficiente? y ¿cómo se hace más amigable con el medio ambiente?
Otra función que tiene la logística inversa es limpiar inventarios de las tiendas, y es que la práctica de esta va mucho más allá de lo que el consumidor de cualquier tipo de producto pueda percibir, pues es una tarea constante que permite, por ejemplo, cuando se trata de alimentos o medicamentos, poder contar en el anaquel de cualquier comercio con el producto que esté vigente para su consumo y en buen estado.
“Este tema es vital para cualquier empresa u organización y, sobre todo, para cuidar al cliente”.
FLUJO DE LA LOGÍSTICA INVERSA
Comienza con la planeación de lo que se pondrá en cada punto de entrega o lo que el cliente haya comprado, es decir, se hace el proceso de picking (o preparación de pedido), surtido y envío. Después, el producto llega al destino y ahí se separa de aquellos materiales de empaque y se revisa a fin de que quede listo para entrega.
Es ahora cuando se ponen en marcha los dos procesos logísticos:
- Todo aquel equipo logístico tiene que regresar.
- El producto o mercancía es revisada y separada, y todo aquello que no está en condiciones aptas para su venta o que excedió la cantidad de tiempo que debía estar en el punto final, se regresa.
Explicar el flujo va más allá; por ejemplo, el punto de venta vuelve a tomar equipo logístico para empacar y preparar un producto, y regresarlo, si es que se trata de una devolución por exceso de inventario, o si es un producto que ya tiene daño y no es apto para la venta.
“El proceso de logística inversa consiste en que el punto de venta lo prepara, lo envía al centro de distribución, se revisa y se vuelve a separar para determinar si es un daño de empaque y se genera uno nuevo, o si es un daño al producto y este se deshecha o se mandaba destruir, se remata o se vende”, explicó.
“Hoy en día, los outlets están de moda, por lo que se separa el producto, y si de alguna manera este es vendible, pero no es apto para una tienda en sí, se dirige a un canal de venta donde sí se pueda comercializar. Caso contrario, cuando el producto no es apto para ser comercializado en ningún canal, este pasa a su destrucción total, pero aquí ya intervienen otros procesos, como su documentación, que será además auditada y verificada por cuestiones incluso fiscales”, refirió el vicepresidente de Conalog.
Agregó que es tan amplio el proceso y los pasos que implica la logística inversa, que incluso se terminó por hacer la especialidad para contar con personal experto.
Y es que no basta la destrucción o devolución de un producto o equipo logístico –de ser necesario–, sino que implica trámites, procesos y otros detalles, como incluso con contenedores marítimos que tienen que regresar vacíos y lavados. Otro detalle es que deben asegurar la disposición o confinamiento de materiales o productos delicados como aceites o químicos en lugares que serán geolocalizables, pero asegurándose de su completo y seguro resguardo, o bien, existen casos en que son dispuestos a destrucción en alguna empresa cementera que lo quema y queda certificado.
Otro ejemplo, dijo, son los alimentos y medicamentos, que tienen que ser regresados antes de que caduquen, y todo esto debe pasar por un proceso de destrucción. ¿Qué implica? Recolectar el producto, llevarlo de regreso, aislarlo, e incluso en la logística inversa, cuando se van a destruir piezas, se debe revisar las condiciones del porqué de su destrucción. Si bien existen empresas que se especializan en este proceso final, se llega a un punto donde se reciclan los materiales y donde se confinan los que ya no son reutilizables.
“Esta es un área interesante que implica e integra múltiples procesos, según sea el equipo logístico que se utiliza y sobre todo el producto del que se trate. La logística inversa tiene que tener un control muy preciso para dejar el producto separado y no disponible, pero a la vez contado y registrado”, concluyó.
