México es uno de los principales países exportadores del mundo. El volumen de sus exportaciones alcanzó 417, 670 millones de dólares en 2020.
Si bien, esto es una disminución respecto a los 518,000 millones de dólares de 2019, se debe en mayor medida a la crisis detonada por la pandemia; pero excluyendo este evento, la tasa de crecimiento anual había sido de 4.5 por ciento.
Para Cushman & Wakefield el comercio con Norteamérica domina el volumen del comercio internacional del país, pero sin duda hay dos factores que influyen, el intercambio con los países asiáticos y el nearshoring.
También el conflicto comercial entre las superpotencias económicas, Estados Unidos y China -representa unos 500 mil millones de dólares anuales en aranceles recíprocos–, ha impactado en la aceleración del comercio exterior mexicano. Algunas compañías que ya habían detectado alzas de costos han buscado diversificar su posición en China y encontrar nuevas ubicaciones para producir.
Por lo anterior, se puede ver que México ha aumentado su participación en el mercado y se está convirtiendo en el socio estratégico para la manufactura y logística de empresas tanto americanas como asiáticas. Esto en parte se debe a los costos, la ubicación geográfica y el rol del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), factores que favorecen el nearshoring.
Los puntos principales para el crecimiento del mercado son:
- Mano de obra calificada y menores costos
- Mayor productividad
- Acuerdos comerciales
- Costos logísticos reducidos
- Sector industrial diversificado y desarrollado
De acuerdo con el Atlas de Complejidad Económica desarrollado por la Universidad de Harvard y el MIT, México es la 18va economía con el mayor grado de complejidad económica en el mundo.
Esto significa que su economía posee más cadenas de valor de las que corresponderían a su nivel de ingreso; en otras palabras, en México se producen bienes y servicios de una enorme diversidad, lo que impacta el tipo de bienes raíces que son necesarios para atender estas cadenas de valor.
Otro punto relevante es que cuenta con una fuerte red logística con más de 117 puertos marítimos, 64 aeropuertos internacionales, 27 mil km de vías férreas y 172 mil km de carreteras. Además, tiene costos de carga por metro cúbico mucho más bajos comparados con China, según Global Value Chains Disruptions.
Todos estos factores influyen al comportamiento de los bienes raíces industriales destinados al comercio exterior del país; impactando en los edificios de manufactura que atienden las actividades dedicadas a la exportación y el flujo de importaciones que influye en la demanda de edificios logísticos.
El cambio en las estructuras de costos por salarios y transporte en años recientes están promoviendo una reubicación de empresas. Muchas empresas manufactureras buscan ahora estar más cerca de los centros de consumo.
La ubicación de México le da esa ventaja estratégica sobre muchos otros países ya que tenemos de vecino a uno de los mayores consumidores del mundo. Esta tendencia al nearshoring representa una oportunidad para México y se espera que permee hacia un mayor número de zonas del país, más allá del norte y bajío-occidente, donde actualmente está más concentrada.
Si se ofrecen los incentivos correctos, muchas empresas asiáticas y americanas podrían aprovechar la integración de México al T-MEC. Con lo anterior se generarían inversiones y se podría reducir el significativo déficit comercial que México tiene con Asia.
En este campo, hay una buena oferta de bienes raíces industriales para facilitar la reubicación de empresas manufactureras a nuestro país.