Óscar Llamas tomó el liderazgo dentro de la empresa que hace 40 años fundara su papá, Guillermo Llamas. Forjadora Mexicana de Tornillos S.A. de C.V. nació a partir de una sociedad entre extrabajadores de otras empresas fabricantes y, según afirma, logró un alto crecimiento para los productores de tornillos en el país.
Desde entonces, su empresa se dedica a brindar desarrollo, fabricación y comercialización de tornillería de acuerdo a lo que el cliente requiera.
Dentro de su catálogo cuentan con más de 20 millones de tornillos de diferentes medidas, que son evaluados mediante el control y calidad de cada uno de sus procesos, a través del sistema de Gestión de Calidad y Objetivos de Calidad.
“La elaboración de un tornillo requiere de muchos pasos, pues se deben realizar muchos ajustes”, explicó Llamas, que también es gerente de Ventas, “y esos ajustes varían dependiendo el tipo de punta, estilo de cabeza o inserción que el cliente solicite”.
Pueden realizar desde inserciones en las cabezas tipo torx, hexagonal hex, one-way, entre otras, hasta diferentes tipos de puntas. Las BT, BG o el tornillo punta de cono son los más solicitados, pero también fabrican AB, F, paint scraper, C, D, CA, lag screw o gimiet point, entre otros muchos.
La materia prima que se utiliza para fabricar un tornillo es el alambre trafilado, que es presentado en rollos, el cual se corta al tamaño que se requiera para después darle forma a la cabeza; estos pasos se realizan en una máquina forjadora. El segundo paso es la realización del tipo de rosca, es decir el estilo que tendrá el vástago o cuerpo, para lo que se introduce el tornillo en una máquina roladora. Y el último paso es el tipo de punta: a través de una máquina shankeadora que funge como una sierra que al introducir el tornillo, baja y le da una de las formas que el cliente pidió.
Como explicó Óscar, este es el procedimiento general que se sigue para la elaboración de un tornillo, pero puede variar dependiendo de si hay un proceso extra, como el acabado que puede ser, por ejemplo, galvanizado o tropicalizado.
Respecto a sus certificaciones, fue la primera empresa tornillera en comenzar a implantar el sistema de calidad ISO 9002, y actualmente tiene la ISO 9001:2015, que les permite ofrecer precios competitivos para sectores como el automotriz, metalmecánico y de electrodomésticos.
Para motivar a sus empleados, Óscar comentó que se encargan de brindarles pláticas sobre misión, visión y valores de la empresa, para que, de esta forma, ellos entiendan que la labor que hacen día con día es de suma importancia dentro de la fábrica. También resaltó la importancia de capacitar a sus empleados para el uso de maquinaria, la cual a veces tarda hasta 2 años, y para esto practican lo que llaman “apadrinamiento”. En esta dinámica, uno de los trabajadores con más años dentro de la fábrica se encarga de alguien de nuevo ingreso para colaborar en alguno de los procedimientos que se llevan a cabo. “Esto lo hacemos con el fin de que la persona que se acaba de integrar a la compañía se sienta parte desde el primer día”, subrayó el director general, “y así los padrinos se sienten motivados por este incentivo [de] transmitir su conocimiento”.
Actualmente, esta fábrica que se nutrió de tanta
experiencia previa de los trabajadores del sector, se encuentra en planes de
expansión para abrirse a nuevos mercados, principalmente Sudamérica. Óscar
Llamas espera lograr este objetivo para finales de 2020.
MÁS
INFORMACIÓN:
Producción:
Más
de 6 millones de tornillos mensuales
Matriz:
Ciudad de México
Medidas: 748
m² de superficie
Capital:
Mexicano
Giro:
Manufacturero - Metalmecánico
No de
empleados: 25
