Después de prácticamente 40 años de aplicar una
política proteccionista al comercio exterior conocida como “sustitución de
importaciones”, en 1986 México decide abrirse al mundo dejando atrás esa
política comercial, con el objetivo principal de proteger al sector empresarial
nacional en aras de generar un sector capaz de competir con el resto del mundo.
México llevó a cabo la formalización internacional
de esa decisión con su ingreso al GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y
Comercio) -hoy OMC (Organización Mundial del Comercio)- organismo cuyo
principal interés es la promoción del comercio internacional, a través de una
competencia leal y sostenida basada en principios y regulaciones de carácter
equitativo entre sus miembros.
En 2017, México cumple 31 años de haber tomado tal
vez una de las decisiones más trascendentales en su historia como Nación. Los
resultados de esa decisión aún se siguen cuestionando. Sin embargo, las cifras
hablan por sí solas. México exportaba en 1986 alrededor de 22 mil millones de
dólares; 63% era por concepto del petróleo, haciéndonos un país dependiente del
sector petrolero.
En 2016, las exportaciones fueron del orden de los
380 mil millones de dólares y el concepto principal fue por manufacturas,
correspondiente a 89.3%. Le dimos vuelta total “a la tortilla”.
Sin embargo, lo que parece casi un “milagro
mexicano” no lo es, debido a que dichas exportaciones son realizadas en su
mayor parte por la Inversión Extranjera Directa (IED), centrada especialmente
en dos sectores: el automotriz y el de la electrónica.
Las exportaciones de productos mexicanos por
empresas 100% mexicanas son poco representativas frente a las exportaciones de
las multinacionales, mayormente de origen norteamericano, lo que nos hace
altamente dependientes de las mismas. Por ello el interés de investigar el
perfil del empresario exportador mexicano exitoso y cuyos principales
resultados se resumen en este artículo.
Hablar del perfil exportador, significa plantarse
en terrenos muchas veces vedados ya que implica hablar de la mentalidad
empresarial mexicana y de cómo es importante y urgente modificarla por el bien
del sector y de la propia economía nacional.
Los elementos de personalidad identificados como
comunes a 34 empresarios mexicanos exportadores exitosos investigados son:
•
Empuje: capacidad de liderazgo
para lograr resultados, aceptar retos superando problemas y teniendo
iniciativa.
• Influencia: Habilidad para
relacionarse con la gente y motivarla o persuadirla para sumarse a una
determinada acción o proyecto.
•
Cumplimiento: Disposición para
respetar normas y procedimientos establecidos.
Dado lo anterior, es posible afirmar que el éxito
exportador empresarial no solamente requiere de contar con una buena empresa,
un buen producto o un adecuado mercado de exportación, además del conocimiento
de las normas y procedimientos de salida y de entrada del producto. Es básico
que el empresario interesado en exportar examine los factores de personalidad
anteriores.
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