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Derramadero: la ciudad industrial del futuro que construye Grupo Alianza

Guillermo Vázquez.
Abril 01, 2020

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El desarrollo industrial de la capital coahuilense ha sido exponencial desde la llegada de la industria automotriz a la Región Sureste del estado con la instalación del complejo de ensamble de General Motors (GM), en 1978, y la planta de motores de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), en 1981, logrando atraer un número creciente de empresas, principalmente en Ramos Arizpe, pero no fue hasta 1995 que se descubrió una zona con gran potencial: Derramadero. Producto del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), se determinó que en Derramadero, a escasos 20 kilómetros de Saltillo, Chrysler edificó su planta armadora en Coahuila, generando el interés de proveedores para asentarse en los alrededores del nuevo complejo, sin embargo, las condiciones para la instalación de las mismas en ese momento aún no eran propicias. Fue así que a principios del siglo XXI, un equipo de empresarios comenzó a gestar un proyecto a largo plazo que cambiaría el rumbo de Derramadero, convirtiendo en realidad el interés de los proveedores por acercarse a la armadora, y además concretando la llegada de compañías de la talla de FCA: Daimler y Saint Gobain. Se trata de Grupo Alianza, desarrollador industrial presidido por el empresario saltillense César H. Cantú García, quien lidera el proyecto de convertir a Derramadero no sólo en una zona industrial, sino en una “ciudad” integral para las más de 19,000 personas que día a día laboran ahí. El director general de Grupo Alianza compartió que el desarrollo maestro de Derramadero es un plan trazado a 30 o 40 años, y que al momento hay cerca de 60 plantas adicionales con procedencia de los cinco continentes que surten a las compañías antes mencionadas. “Están empresas de la talla de Fiat Chrysler Automobiles (FCA) que cuenta con tres plantas: la que produce vans ProMaster, otra que se enfoca en motores, y la planta originalmente llegó que produce camionetas pick-up Ram;¬¬¬ enfrente de ahí se encuentra el complejo de Daimler, que hacen los tractocamiones Cascadia de Freightliner; además de una compañía francesa ‘ancla’ adicional, que termina su construcción próximamente, hablamos de Saint Gobain, la cual se enfoca en dos unidades de negocio: Saint Gobain Security, que hace los vidrios automotrices, y Saint Gobain Glass, en donde se dedican a la fundición del vidrio flotado para tener las dos divisiones”, detalló. Explicó el surgimiento del plan maestro que hoy tiene a Derramadero como un pilar del desarrollo de Coahuila. “Iniciamos los primeros pasos en el 2005, la primera planta fue Chrysler y básicamente por casi una década fue la única empresa en el sitio, no habían los servicios suficientes para seguir desarrollando el área. Iniciamos un programa para hacer el plan integral, trabajamos con una empresa de Estados Unidos y otra de Monterrey, así como el municipio de Saltillo, y ahí surgió el máster plan que hoy es parte importante de Derramadero”, recordó. Describió la llegada de Daimler como un punto de inflexión para la consolidación del proyecto, ya que con su llegada en 2009 detonó la infraestructura de Derramadero y con ello las inversiones. “Definitivamente cuando llegó Daimler fue un parteaguas por varias razones, la más importante es que las autoridades se dieron a la tarea de equipar en una fase inicial el área. Sin duda el trabajo de las administraciones tanto federal, como estatal y municipal más todo lo que hemos invertido los desarrolladores del área nos han dado parte de la infraestructura y los servicios que hace 10 años no existían, como gas, energía eléctrica, agua, entre otros servicios que hoy en día contamos”, apuntó. CIUDAD DERRAMADERO César H. Cantú catalogó a Derramadero como un proyecto integral, ya que no solamente se busca la consolidación de una zona industrial, sino que la expectativa es generar las condiciones para continuar desarrollando proyectos que les ayuden a equipar el área para ser más competitiva, como paneles solares para tener energías verdes con un costo menor. “Hay cinco grandes empresas en la zona de Derramadero que ni estados completos tienen una sola compañía de esta envergadura y todas las empresas periféricas que han estado al lado de estas grandes anclas. Además tenemos en la entrada del parque un Hotel One, contamos con la Universidad Tecnológica de Saltillo (UTS), donde hay cerca de 580 alumnos ahí desarrollando sus estudios bilingües, dos gasolineras, dos gaseras, dos Oxxo, entre otros”, describió. Hoy en día, las 19,000 personas que trabajan en Derramadero a diario viajan a Saltillo, Ramos Arizpe, Arteaga y sus alrededores, pues hay 37 poblaciones a 35 kilómetros a la redonda, dedicando entre una hora u hora y media de traslado ya sea al ingresar a sus labores o al salir de ellas. Ante esa necesidad, en la zona industrial se creó un proyecto integral que abarca también una vivienda. “En todos los estudios que hemos realizado nos indican las encuestas que hay mucha gente joven que no quiere comprar casa, prefieren rentar. Por lo tanto estamos desarrollando un producto que nos permita a las empresas y a nosotros poder ofrecer un área donde las personas puedan tener un lugar agradable por tiempo indefinido y al mismo tiempo tenemos que desarrollar la parte básica de vivienda buscando algunas mejoras con temas de tecnología, contaminación que nos ayude a desarrollar un área integral”, comentó. “Al mismo tiempo se necesitan servicios como escuelas, hospitales, tiendas comerciales, restaurantes, entonces un proyecto que pueda mantener un flujo en donde la gente pueda estar en Derramadero sin que tenga que ir a Saltillo. Estamos trabajando una parte de logística para poder hacer transbordos de carga inbound y outbound”, agregó el empresario coahuilense. VENTAJAS COMPETITIVAS Sobre las características que le brindan ventajas competitivas a Grupo Alianza, Cantú García destacó que pese a que en México generalmente se crece sin una planeación con una vocación a futuro, la zona de Derramadero aún tiene por desarrollar un área muy grande donde todo lo que vaya a estar ahí, tendrá una razón de ser, contemplando desde proyectos con poca extensión hasta la llegada de empresas de talla mundial. “La ventaja del Parque Industrial Alianza es que tenemos dos tipos de desarrollos distintos, uno para albergar empresas de poco terreno, partiendo desde una hectárea, hasta formar todo un campus en donde existan complejos con una superficie mucho mayor. Por ejemplo Saint Gobain llegó con 55 hectáreas, asimismo Daimler, que acaparó 300 hectáreas. Una característica que tienen las grandes empresas es que buscan establecerse en lugares aislados, porque no hay parques industriales que tengan una superficie de terreno determinada para poder albergar su capacidad de producción, lo que sí hay en Derramadero”, puntualizó. Expuso que la mayoría de las naves que se han edificado son AAA, en donde se cuenta con muros precolados, en algunos casos con Tilt-up, con todas las características tecnológicas acordes a la modernidad y las mejores prácticas de construcción. Además, mencionó que la Región Sureste de Coahuila es privilegiada por una serie de características. “Una de las claves ha sido la gente, que es trabajadora. La cultura industrial de Saltillo data de mucho tiempo, pero la transformación en una segunda etapa se da en 1978 cuando llega la primera planta a Ramos Arizpe de General Motors (GM) y de ahí se fueron acondicionando servicios y equipamiento en cada una de las áreas, desarrollando proveedores. y hoy el vínculo que hay entre la industria, los servicios, las universidades y toda la gente con ese dinamismo le dan una ventaja competitiva a la zona. Obviamente, la parte logística tiene una ventaja: la distancia hacia la frontera (Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa, etc), pero creo que mucho influyó la vocación que se desarrolló tiempo atrás y el conjunto de todos los actores basados en un proyecto común donde ese desarrollo de nuevos proveedores ha requerido que la academia creara talento que dan a esta región un toque importante”, resaltó. Finalmente, recomendó a los empresarios y compañías extranjeras a invertir en Derramadero por distintos motivos. “Porque tiene una planeación muy marcada por todos los estudios que se han realizado tiempo atrás, por otro lado es una zona que no está saturada, que tiene mucho potencial en todos los sentidos y, sin duda, el valor que ha ido adquiriendo conforme va pasando el tiempo va a ser cada vez mayor por todos los servicios que se van a ir integrando”, sentenció César H. Cantú. GRUPO ALIANZA Desde 1974 César Cantú Benavides (QEPD), padre de Cantú García, inició un negocio de distribución de agroquímicos que se fue integrando, hasta que en 1990 varias compañías formaron el Grupo Bioquímico Mexicano (GBM) que a la postre fue adquirido por un fondo de inversión japonés. El desarrollo industrial de Grupo Alianza inició entre 2001 y 2002. “Contamos con dos unidades de negocios prioritarias, una es la parte agrícola y otra es desarrollos industriales. Estamos muy enfocados en Coahuila, hay mucho que hacer aquí, aunque tenemos un par de proyectos en Baja California Sur y además tenemos una división en Estados Unidos, específicamente en Texas, basados en la construcción de departamentos, vivienda y desarrollo industrial”, dijo el empresario, quien también es presidente del Club de Beisbol Saraperos de Saltillo. “Buscamos ser un grupo diferente en el sentido de que nos gustan los retos, abrir brecha, hacer las cosas de una manera distinta. Los retos son complicados cuando tienes que atraer inversiones y gente. Buscamos dejar una huella positiva en nuestra comunidad”, puntualizó el director general de Grupo Alianza.

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