Los retos operacionales para 2022

Nuevo León
Rolando Juárez.
Junio 2022
Rolando Juárez
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Terminaba el año 2021 y muchas empresas ya empezaban a mostrar un gran avance en la disminución de los casos de Covid-19 —que impactaron a la mayoría de nosotros desde el inicio de la pandemia en 2020—. 

A inicios de 2022, vislumbrábamos un panorama más alentador, incluso con altas expectativas, aunque con cierta incertidumbre al mismo tiempo; esperábamos un año mucho mejor en cuanto a recuperación de la economía, sin embargo, el primer reto que se tenía en la mente de muchos de nosotros que estamos en el sector manufacturero se hacía presente sin avisar y de manera inmediata: un increíble repunte de casos, creo incluso mucho más acelerado y extenso que en los meses anteriores, aunque fugaz por lo que duró. Esto afectó de nueva cuenta la operación de la industria, pero las lecciones aprendidas durante estos dos años nos permitieron estar preparados para reaccionar de una manera más ágil y rápida ante adversidades aún de este tipo.

Ya habiendo concluido el Q1 de 2022, se visualiza que la cantidad de retos que seguiremos afrontando son tanto una consecuencia de los dos años previos como los derivados de la operación misma de cada tipo de industria.

La escasez de insumos, los incrementos constantes de precios, los tiempos de entrega más extensos, las nuevas negociaciones de plazos de pagos hacia clientes y proveedores, temas políticos internacionales, entre quizás otras más, son los retos que de manera externa afectan a la industria; aunque de manera interna no estamos exentos de retos, puesto que los incrementos de requerimientos de las industrias que ya se recuperaron demandan que las capacidades instaladas estén con alta disponibilidad, flexibilidad y capacidad de reacción. La recuperación de los sistemas operativos y buenas prácticas, la falta de mano de obra, la —todavía— adaptación a un modelo híbrido de trabajo de manera quizás permanente y la forma en que nos comunicamos y gestionamos, hacen aún más complejo lo que por sí mismo ya lo era, que es tener una alta eficiencia operativa en busca de un crecimiento y rentabilidad sostenible en el corto, mediano y largo plazo, manteniendo siempre la salud financiera que todos necesitamos para seguir adelante.

Las transformaciones lean/TPS y digital son medios que nos ayudarán para sobrepasar todos estos retos. Si antes algunos pensaban en la transformación como opción, ahora es un must. Apalancarnos tanto de modelos de producción estructurados, metodologías y herramientas de distinta índole y de nueva tecnología, nos lleva a modificar comportamientos para enfrentarlos, haciendo que los métodos de gestión ahora tengan que ser más ágiles y agresivos para acelerar la velocidad del cambio. 

En conclusión, la evolución de la manufactura bajo el entorno actual nos obliga a convertirnos no en proveedores, sino en socios estratégicos donde el cliente quiere depositar su confianza para crecer en conjunto con las relaciones de negocio a largo plazo, ya que ellos también experimentan retos similares.