Generando conexión organizacional

Cd. Juárez/Chihuahua
Alma Herrera.
Octubre 2022
Alma Herrera, especialista en coaching de negocios en Terra
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La conexión es todo un reto, organizacionalmente hablando. Es el resultado de las diferencias en significados, estilos, emociones, historias de vida y un gran etcétera. En este sentido, una frase que nos ha guiado a través de la identificación y adecuación de herramientas que unifican el lenguaje es que “cuando los gritos aparecen, es que nuestros recursos para el diálogo han sido rebasados”, de A. Álvarez.

Esto es, cuando en el proceso de solucionar y tomar decisiones perdemos el rumbo y nos vamos directo a la tormenta de los gritos, los portazos, las percepciones erróneas y, peor aún, al abismo de los rencores, entonces se inician las grietas organizacionales que pueden bien fugar recursos poco a poco o partir organizaciones enteras de un solo golpe.

A esto se une una humanidad presenciando un mundo considerado en este momento: volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA, por sus siglas en inglés): un mundo lleno de información a veces certera, a veces no tanto, con el crecimiento organizacional demandando recursos y a veces dejando lejos las bases de estructura de diseño ingenieril.

Es entonces que se dirigen las miradas a la primera línea de supervisión. Se vuelve interesante encontrar ojos llenos de brillo al descubrir formas y mecanismos, creencias e ideas que, integradas a su energía, hoy impulsada en las organizaciones, permeen la cultura organizacional, a través del día a día operativo con diálogos certeros y soluciones registradas con éxito.

Formas y mecanismos que les complementan y ayudan a escuchar lo que observan, a dimensionar lo que tocan, en sí a usar los cinco sentidos para funcionar y alcanzar resultados que impacten positivamente los resultados de toda la compañía, iniciando por su área de influencia, sus equipos y sus propias fortalezas y así dar flujo a sus emociones de forma sistémica.

Diversos ojos vivos cuidando los procesos, mentes abiertas a la mejora continua, con caminos neuronales listos para ser disfrutados, con la intensidad de la incesante curiosidad por impactar y crecer, convirtiéndose en agentes organizados para contribuir y crear.

Es entonces que en las organizaciones podemos incluir una pregunta que lleve a la consciencia: ¿Y… quién observa? 

¿Quién observa a la organización como un organismo interconectado?

¿Quién observa y analiza los procesos?

¿Quién observa y mejora los procesos?

¿Quién cuida la salud y la sanidad del organismo?

Si al pasar por tu organización se puede dialogar, solucionar, proponer y generar acuerdos, entonces felicidades. Hay CONEXIÓN ORGANIZACIONAL.

Pero, si al pasar por tu organización imperan los disgustos y los desacuerdos, los sistemas se empolvan y no son respetados, tal vez sea tiempo de hacer un alto e intervenir con la interesante pregunta: Y… aquí en nuestra vida empresarial ¿quién observa?