Entre las megatendencias sociales y empresariales que se han estado suscitando en esta primera mitad del año, se encuentran los cambios económicos. ¿A qué me refiero? A la vulnerabilidad que existe en la cadena de suministro, así como a la dependencia de proveedores de una sola fuente.
Entre los diversos factores que conforman una economía saludable están el flujo de suministros continuo para hacer frente a las disrupciones en red logística y aprender las lecciones que nos dejaron todos los meses de confinamiento con sus respectivas consecuencias.
Para afrontar estas nuevas circunstancias es necesario que los líderes de empresas desarrollen algunas habilidades críticas:
- Pensar global, actuar local. Conocer cuáles son los modelos operativos en las regiones en las que se comercializan los bienes y servicios que ofrece la empresa.
- Gestión de riesgos en sus operaciones y en la cadena de suministro para actuar en consecuencia.
- Incrementar el uso de tecnología y análisis de datos. A través de ellos, es posible establecer una mejor logística, detectar los puntos débiles o áreas de oportunidad y buscar soluciones rápidas.
- Comunicación efectiva. No se trata sólo de contar con varios proveedores, sino de mantener y establecer un canal de comunicación regular con ellos.
- Planificación. En este nuevo esquema de constante transformación, es necesario contar con una logística que ayude a mitigar los riesgos en las operaciones de cualquier organización.
Tanto líderes como cualquier persona en el organigrama deben fortalecer un conjunto de habilidades y conocimiento transversal. Estas habilidades no están únicamente relacionadas a los aspectos técnicos, sino que se encuentran en tres aristas. Por un lado, saber cómo ajustar los métodos y técnicas a la cultura y madurez de la empresa, creando su propia forma de trabajar. Por otro lado, entender el negocio y saber cómo se interrelacionan las diferentes áreas con la estrategia y con la cadena de valor para crear conexión hacia el cliente. Por último, se requieren habilidades impulsoras interpersonales que conduzcan a resultados excepcionales como liderazgo colaborativo, soluciones innovadoras de problemas, etc.
En PMI – Project Management Institute LATAM creemos que todos los profesionales deben tener conocimiento y habilidades de dirección de proyectos a pesar de que su profesión no esté en esa área, pues esos tres tipos de habilidades que mencionaba y las herramientas a desarrollar para enfrentar la disrupción en cadena de suministro son básicas para alguien que piensa en cómo hacer que sus esfuerzos produzcan un beneficio claro a pesar de las condiciones cambiantes del mercado. La reflexión final es pensar en qué tan preparados estamos para enfrentar este cambio y los cambios futuros que este ecosistema de trabajo nos está trayendo.
