Desde el 2000 hasta la fecha, Araceli W. Ching dirige su propia empresa dedicada al ahorro de energía tanto para particulares como para la industria. Ha participado en múltiples asociaciones de vinculación y, actualmente, es presidenta del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias (CCME), Capítulo Nuevo León.
Su camino de voluntariado comenzó en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción como coordinadora de mujeres empresarias. “Es un sector en el que predominan los hombres, por lo que fue un gran reto”, compartió. Gracias a su activa participación en el comité directivo, se convirtió en la primera mujer en ocupar una vicepresidencia en la Cámara: la vicepresidencia de instituciones.
“De las 44 delegaciones que tiene la cámara, Nuevo León tiene el primer lugar de capacitación. Siempre he dicho que esos reconocimientos son del trabajo de equipo y la suma de voluntades”, expresó.
Posteriormente, la invitaron a participar en la Cámara de Comercio y Tecnología México-China. Actualmente, lleva tres años como representante de la Cámara en el estado. “Siempre me ha gustado lo relacionado con China: sus importaciones, exportaciones, cómo hacer negocios con ellos, su cultura. Pese a que tengo ascendencia de ese origen, hay muchas cosas que no me tocó conocer”, dijo.
Como resultado del trabajo arduo que han realizado desde su institución, cuentan con una oficina de representación de la cámara en China y socios entre los que se destaca el Banco de China, otras entidades bancarias nacionales e internacionales, aerolíneas, entre otros.
Al mismo tiempo que comenzó su participación en la institución mencionada, se involucró en la comisión de mujeres empresarias Caintra, en donde participó dos años como presidenta de la comisión de mujeres empresarias. “Fue de mucho aprendizaje porque llegué a tener 51 consejeras y cada una aporta muchísimo valor humano; cada una comprometida con mejorar el estado y mejorar el mundo en donde ellas puedan participar”, expresó.
Asimismo, ha sido consejera y presidenta del Instituto Estatal de las Mujeres; lo que le permitió aplicar, de manera transversal, la sensibilización, inclusión de las mujeres, nuevas masculinidades, entre otros temas; y extender el conocimiento hacia las cámaras empresariales.
A lo largo de su vida, ha tenido varios emprendimientos que ha decidido terminar. Al respecto, subrayó que “no es fracaso, es un aprendizaje y una experiencia: aprendes qué sí y qué no hacer, y cómo mejorar para que no te vuelva a pasar lo mismo”.
Desde hace menos de un año, cuenta con un laboratorio molecular de bioseguridad 2 en el que innovan continuamente. Como parte de sus planes a futuro, se encuentra la fabricación de una vacuna con sus especialistas en México.
Para finalizar, Araceli W. Ching compartió la importancia que tiene para ella la familia; por lo que, “cuando los trabajadores tienen alguna necesidad personal o actividad escolar de sus hijos, con todo gusto les doy la facilidad para que disfruten esos momentos, porque luego ya no los recuperan. Tener una empresa me permitió combinar el crecimiento de mi familia y mis hijos. Siempre he sido muy inquieta y esa ha sido mi pasión”.