En fecha reciente, México, Estados
Unidos y Canadá han finalizado la sexta ronda de renegociación de NAFTA. Hacia la
séptima ronda la renegociación se torna más difícil, ya que la política que
sigue el presidente Donald Trump en cuestión a comercio exterior tiene muchos
desaciertos; su visión mercantilista para NAFTA, la cual busca un comercio
exterior bajo controles, para así logar importaciones y exportaciones por los
mismos montos, no solo no tiene fundamento económico, sino que es imposible de
implementar en la realidad actual. Trump también busca sembrar incertidumbre en
empresas americanas al invertir en México, primero con una cláusula de
cancelación que exigiría que el tratado sea ratificado por los tres países cada
5 años y también eliminando los sistemas actuales para resolución de
controversias; esto es algo irracional que afecta los propios intereses de los
Estados Unidos. Así también la intensión de aumentar el contenido regional en
la industria automotriz incluyendo contenido nacional americano haría más
rígida a una industria altamente competitiva.
¿Por
qué Trump se equivoca con México y NAFTA?
Desde la firma de NAFTA en 1993 empresas americanas
invirtieron en plantas productivas en México y así se volvieron más
competitivas; lo que inició como procesos de maquila o ensamble simple
evolucionó rápidamente en lo que ahora es manufactura de clase mundial; en
muchas ocasiones nos referimos a estas empresas como maquiladoras, pero no
debemos equivocarnos, estas plantas son ya mucho más que solo maquiladoras. El
caso más evidente del éxito que trajo NAFTA a los Estados Unidos es justamente
el que Trump más critica, la industria automotriz. Podemos recordar cuando los
autos japoneses dominaban el mercado americano, no solo por precio, sino
también por calidad; México le dio la manufactura de calidad que necesitaba
Estados Unidos y también la posibilidad de costos competitivos.
En lo que Trump se equivoca:
- Tratar a México como un adversario: Estados Unidos es
el primer destino de las exportaciones de México, pero así también México es el
segundo país destino para exportaciones de Estados Unidos, las economías están
ligadas.
- Culpar a NAFTA por la pérdida de empleos en Estados Unidos: De manera general los economistas indican a un mayor impacto en la entrada de China a la OMC, cambios en las preferencias de los consumidores y la automatización.
- Culpar a México del déficit comercial de Estados Unidos: El déficit comercial es un reflejo de las políticas fiscales y monetarias de los Estados Unidos; Los que vivimos en Estados Unidos lo sabemos, hay gran disponibilidad de crédito, la población ahorra poco y está acostumbrada a vivir con deudas, esto, el crecimiento del país, el gasto público y otros factores crean el apetito de la economía por importaciones.
- México no es culpable de la propia falta de competitividad del sector laboral en Estados Unidos: El país se distingue por los empleos en sectores tecnológicos y financieros de más alto nivel en el mundo, pero hay aún una gran discrepancia en las habilidades que tiene su clase trabajadora para ocuparlos.
El peor error de Trump en la materia es poner el
comercio con China y a México en el mismo plano de ofensa a los Estados Unidos;
China es un adversario en materia política y económica, mientras México es el
aliado que Estados Unidos necesita para combatir con competitividad lo que
muchos llaman la amenaza asiática. Me mantengo optimista que el presidente
Trump tiene esto en claro y solo busca una victoria política al criticar a
México y NAFTA.