La tecnología que se investiga y desarrolla en Nuevo León tiene una gran oferta y potencial. Las tecnologías de información (TI), medios interactivos, bio y nanotecnología, permiten aumentar la competitividad del sector industrial a través de sus implementaciones transversales.
Expertas en cada uno de los rubros ofrecieron sus perspectivas de impulso a los sectores industriales de la entidad a través de sus áreas específicas; lo anterior, durante un panel organizado por Monterrey Interactive Media & Entertainment Cluster (Mimec), Biocluster Nuevo León, Clúster de Tecnologías de la Información y Comunicaciones en Nuevo León (CSoftMty), Clúster de Nanotecnología de Nuevo León, y la iniciativa Nuevo León 4.0.
TI Y MEDIOS INTERACTIVOS
Haidé Sánchez, fundadora y CEO de Autycom y tesorera del CSoft Monterrey, indicó que las TI son un ecosistema que incluye desarrollo de software, hardware; soluciones de industria 4.0 como realidad aumentada, big data, inteligencia artificial, robótica, ciberseguridad, entre muchas otras. Gracias a ellas, se impulsa a la industria de manufactura, de la salud, financiera, etcétera.
“Las TI tienen potencial para acelerar el crecimiento económico ya que optimizan el uso de recursos y transforman a las industrias en México. Son clave para la globalización de la economía”, dijo. En el 2019, el Foro Económico Mundial posicionó a México en el número 74 del índice de competitividad en adopción de las tecnologías de información; por lo que “hay mucho por hacer, pero con una colaboración tanto en la triple hélice, vamos a poder fortalecernos”.
En cuanto al área de medios interactivos, Jessica Rojas, chief strategy officer en Connectua y CEO de The Magic, señaló que las tecnologías que desarrollan permiten informar, entretener o educar. “Hacemos todo lo relacionado con el audio tanto tradicional como 360, video, motion graphics, animación 2D y 3D, videojuegos, redes sociales, estrategia digital, desarrollo web y móvil, experiencia de usuario, software, computación física; y realidades extendidas, virtuales o mixtas”.
En ese sentido, informó que la pandemia ha impulsado sus operaciones; ya que sus implementaciones tecnológicas sirven para acercar a las personas a las marcas y con el equipo de trabajo: comunicar de manera más efectiva un mensaje. “En México, contamos con talento especializado a un nivel que nos permite colaborar con equipos multidisciplinarios de otros países; y podemos trabajar todo el proceso de desarrollo de nuestros productos: concepción de la idea, el desarrollo, implementación y comercialización a través de estrategias publicitarias”.
BIO Y NANOTECNOLOGÍA
Otra de las tecnologías transversales con más potencial es la nanotecología: una ciencia que puede transformar todos los materiales como los conocemos hoy en día. “Se dice que es la ciencia del futuro porque podemos, a través de la reducción del tamaño de la materia a un tamaño nanométrico, generar propiedades diferentes a las de la materia en un tamaño micrométrico”, explicó Kardia Ramírez, directora del Clúster de Nanotecnología de Nuevo León.
Incrementar las propiedades de un material permite innovar en casi todos los sectores industriales. “Las megatendencias nos dicen que todo va hacia el uso de la nanotecnología ya que es considerado el gran habilitador de la innovación en productos y servicios”, resaltó la directora.
A nivel mundial, existen tres grandes líderes en nanotecnología: Estados Unidos, China y Alemania; sin embargo, a nivel Latinoamérica “podemos considerar que México está en segundo lugar después de Brasil. Además, puede ser considerado un líder a nivel Latinoamérica porque tiene una gran demanda de productos de base nanotecnológica”.
Por otro lado, Martha Guerrero, vicepresidenta de Biocluster Monterrey, señaló que la biotecnología involucra técnicas y procesos que emplean organismos vivos, sistemas biológicos y los productos derivados de esos organismos vivios; con ellos, se ofrecen productos, procesos o servicios, que satisfagan las necesidades en materia de salud, alimentación, uso sustentable de recursos, y cuidado de medio ambiente. El valor de esta industria está estimado en 369,000 millones de dólares del 2018 al 2025.
“La industria nacional, en su mayoría, se basa en la biotecnología tradicional. Son muy pocos los casos de empresas que desarrollan en el campo de la biotecnología moderna; por lo cual, ahí hay un área de oportunidad muy importante”.
No obstante, México está ubicado entre los siete países que sobresalen en esta materia en Latinoamérica y ocupa el segundo lugar en el área de patentes biotecnológicas. “En el caso de México, se patenta más en el área de biotecnología industrial, seguido del área de salud y, en una minoría, en el sector agroalimentario”, informó.
RETOS Y OPORTUNIDADES
Las panelistas coincidieron en que uno de los principales retos se encuentra en la labor de sensibilización de los directivos de empresas hacia la necesidad de inversión en tecnología. “Se requiere infraestructura, equipamiento, inversiones considerables para desarrollar procesos y productos”, dijo Guerrero.
En este campo, compartió, la cadena de valor se caracteriza por cuatro segmentos: investigación y desarrollo, pruebas, manufactura, y ventas. “El margen de riesgo suele ser muy alto ya que se busca producir conocimiento que alcance el éxito comercial; sin embargo, desde que se hace un descubrimiento hasta que se lleva el producto a mercado, puede tomar un gran periodo de tiempo”.
Kardia Ramírez agregó que un proyecto de desarrollo se genera a microescala normalmente; lo cual implica un gran reto para llevarlo a un nivel industrial. No obstante, “cabe destacar que contamos con el apoyo de la incubadora de nanotecnología; donde existen 10 plataformas para hacer la producción de nanomateriales a un nivel piloto y a un nivel industrial”. Además, dentro del clúster de nanotecnología, el comité de escalabilidad apoya y asesora a empresas y emprendedores para el desarrollo de este tipo de proyectos.
Finalmente, Jessica Rojas explicó que existen tres puntos clave que influyen en el éxito en la implementación de proyectos: involucramiento, resistencia al cambio, y el desconocimiento. Para vencer cada uno de esos retos, es necesaria una colaboración activa del equipo de liderazgo, la capacitación adecuada del personal, y el fomento de una cultura de adaptación y curiosidad por las implementaciones tecnológicas.