Smurfit Kappa incluirá la impresora Barberan Jetmaster 1890, la primera que el grupo trae a América Latina, y México fue el país seleccionado, pues se encontrará dentro de la planta de cartón corrugado que la compañía tiene ubicada en Atlacomulco en el Estado de México.
Con esta nueva adquisición, la empresa busca reafirmar su compromiso con los clientes actuales y potenciales locales. Además, eligieron colocar esta impresora en México debido a que es uno de los mercados más dinámicos en el continente, pues es evidente la influencia y cercanía que hay con Estados Unidos lo que provoca que el país adopte rápidamente las tendencias.
“Muchos de nuestros clientes en el país tienen sus producciones tanto para el mercado local, como para el mercado de exportación y Estados Unidos es de los principales destinos, por esto la decisión de que esta impresora estuviera ubicada aquí”, apuntó Agustín Rosales, gerente de la Planta de Atlacomulco de Smurfit Kappa.
Esta impresora representó una inversión total de 7,7 millones de dólares y tendrá una capacidad de hasta 12 millones de m2, además permitirá crear productos personalizados y está previsto que entre en funcionamiento en el primer trimestre de 2020.
Una vez en funcionamiento, la impresora digital añadirá flexibilidad y modernización, que revolucionará los procesos actuales de impresión, ya que tendrá la capacidad de imprimir digitalmente en seis colores con impresión gráfica de alta calidad, en una sola pasada a una velocidad de 3,600 hojas por hora. Otras ventajas que trae al sector son: imprimir directamente de un archivo fotográfico, sin necesidad de ajustes mecánicos, optimizar los procesos productivos internos, personalización de cada caja. El software está preparado para instalarse y adaptarse a las necesidades de cualquier proceso de producción de los diferentes sectores del país.
Agustín Rosales detalló que los empleados de la planta recibieron capacitación para el manejo de la impresora. Pues en España tienen instaladas tres y personal de allá les ha brindado apoyo para el proceso de entrenamiento de 6 meses, además de contar con las certificaciones necesarias.
“Creo que esto ha sido bastante completo y viene a
remodelar todas las capacidades técnicas que tienen nuestros técnicos en
México”, dijo.
