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La nueva camioneta Tayron de VW arrancó ya la producción de componentes en México: Eissmann

David Luna.
Junio 05, 2024

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Ante el desarrollo del nearshoring en América del Norte, la industria automotriz es punta de lanza en inversión y, por ende, nuevos proyectos que demandan ajustes en la base instalada en México. 

Ante ello, la calidad es un factor determinante que no solo asegura la satisfacción del cliente, sino que también impulsa la competitividad de las empresas en un mercado cada vez más exigente. Protagonista de este proceso evolutivo es Eissmann Querétaro, que se prepara con modelos centrados en la gestión de calidad y la mejora continua bajo la dirección de Ángel Álvarez, su director de Planta.

Eissmann fabrica componentes de plástico interiores para automóviles, especialmente guanteras y subensambles del tablero para diferentes Tier 1 y armadores como Daimler, Audi y Volkswagen.  De manera reciente, iniciaron el proceso de producción de partes para la nueva SUV Tayron, de VW; para la cual están también ya fabricando la guantera. 

Con una trayectoria vasta en la manufactura, Álvarez ha sido testigo y protagonista de la evolución de las prácticas de calidad en la industria automotriz. "Es por ello que la calidad es pilar fundamental de nuestra operación", enfatiza Álvarez en una entrevista exclusiva con México Industry durante una visita de negocios organizada por la oficina del Bajío de la Cámara de Comercio e Industria Franco Mexicana (CCIFM). "Es la base sobre la cual construimos nuestra reputación y nos mantenemos relevantes en un mercado competitivo".

 

 

Proceso de cambio 

 

La administración de la calidad en Eissmann Querétaro se caracteriza por su enfoque sistemático y proactivo. Desde la selección de proveedores hasta la entrega del producto final, cada etapa del proceso está sujeta a rigurosos controles de calidad. La empresa ha adoptado normas y estándares internacionales, y se somete a auditorías regulares para garantizar el cumplimiento de los más altos estándares de calidad.

La planta ha estado en un proceso de cambio del sistema de producción, en los últimos dos años, cuando Grupo Eissmann concretó la adquisición de la sede en Querétaro de Minda KTSN Plastic Solutions de las que el grupo se había hecho cargo desde marzo de 2021.

A partir de entonces implementaron un modelo de producción al que denominan Eissmann Production System (EPS), el cual considera herramientas de mejora continua en la que participan los más de 140 colaboradores de la planta. 

Pero más allá de cumplir con requisitos y estándares, Eissmann Querétaro busca la excelencia en calidad. "Nuestro objetivo no es solo satisfacer las expectativas del cliente, sino superarlas", señala Álvarez. Para lograrlo, la empresa invierte en tecnología de vanguardia y en la capacitación continua de su personal en técnicas y metodologías de calidad.

 

En el área de producción ha entregado productos con un índice menor a 100 ppm de reclamos en los últimos dos años. De hecho, en 2023 cerraron con apenas 53 ppm, lo cual es sin duda un buen resultado derivado de sus estrategias de contención. Sin embargo, Álvarez reconoce que el camino hacia la excelencia en calidad no está exento de desafíos y siempre es necesario buscar la meta de “cero” defectos. 

Los avances tecnológicos y los cambios en las demandas del mercado plantean constantes retos, explica el directivo, pero también ofrecen oportunidades para mejorar y crecer. "Nos enfrentamos a desafíos constantes, pero cada obstáculo es una oportunidad para innovar y fortalecer nuestra posición en el mercado".

En temas de producción, el equipo de planta de Eissmann es cuidadoso con indicadores tales como métricas de calidad, producción, mantenimiento, seguridad, logística y satisfacción del cliente. Por ahora, la planta tiene un OEE de 79%, pero buscan alcanzar el óptimo de 85% a partir del sistema de mejora continua lo cual incluye programas permanentes de capacitación. 
Lo anterior, es ejecutado pese a la alta rotación que se tiene en la entidad. Esto es un reto en el área de Recursos Humanos debido a que, en Querétaro, como en toda la región del bajío existe una alta demanda de personal en las plantas industriales. Para Álvarez, originario de Reynosa, Tamaulipas, este fenómeno es particular de la región del bajío y es difícil de contener. “¡Todos los días vivimos el problema de la rotación”! 

Pero Álvarez reconoce que el mayor activo de la empresa es su talento humano. "Nuestro equipo es nuestro mayor diferenciador", destaca Álvarez. "Son ellos quienes hacen posible nuestra misión de ofrecer productos y servicios de la más alta calidad, por lo que seguimos capacitando a nuestros equipos”.

 

 

Retos en producción

 

En la planta cuentan con 14 máquinas de inyección, algunas de hasta 1000 toneladas. Pero tienen espacios destinados a nuevas máquinas, una de ella de 1,300 toneladas, y están a la espera de 11 moldes para los nuevos proyectos por venir. Actualmente, la planta instalada está constituida por máquinas que llegaron de Alemania luego del proyecto de adquisición de Minda.

Para el movimiento de la producción, tienen una grúa de 15 toneladas con la que mueven los más de 90 moldes con los que están operando actualmente. Se calcula que realizan alrededor de 40 cambios por semana, razón por la que trabajan con modelos de cambios rápidos de herramentales (SMED), que les ha permitido, por ejemplo, reducir tiempos de cambio de moldes de 55 a 40 minutos, en algunos casos.

En el área de logística también hay iniciativas de mejora que buscan crear nuevas capacidades, mismas que podrían añadir al sistema ERP (el software SAP) que ya tienen instalado. Estas iniciativas contemplan tecnologías de escaneo para el WIP (work in process) y tareas centralizadas en el ERP para capturar la información de manera automática sin tener que alimentar reportes cada fin de turno.

Para garantizar la calidad, tienen un laboratorio de metrología con equipos de medición en 3D, con mesas de coordenadas, y tecnología para determinar indicadores clave en plástico como nivel de humedad, condición de liberación de secado y grado de meltflow deseado, todo ello mediante muestreos de las resinas que se incorporan al proceso de inyección. 

Gracias a todas las iniciativas, han logrado reducir el nivel de scrap a 0.43% en el área de inyección y, aunque es un nivel bastante aceptable, están buscando reducirlo aún más. 

“Buscamos hacer inversiones que tengan efecto en los principales gastos que tenemos, pues estamos concentrados en elevar la productividad y generar mayor capacidad de desarrollo de proyectos.” Explica Álvarez, quien tiene también como objetivo desarrollar la proveeduría local con el objetivo de reducir los tiempos para mejorar entrega y mejorar la logística, tener un mejor inventario y, además, “lograr un beneficio para el país al desarrollar mayor proveeduría local.”

Sin duda, en la medida que la industria automotriz avanza hacia la electrificación y la conducción autónoma, Eissmann Querétaro se prepara para enfrentar nuevos desafíos en materia de calidad con un fuerte enfoque en las mejoras productivas, midiendo meticulosamente sus indicadores relacionados con el volumen de producción, reducción de scrap, WIP, ingresos, salidas, control de inventario en general y seguridad (con indicadores que superan los 930 días sin accidentes).  

Álvarez y su equipo son conscientes de que, el camino hacia la excelencia en calidad es un viaje sin fin, en el que la perseverancia y la innovación son clave para mantenerse competitivo en un mercado que, si bien ofrece más oportunidades, también genera mayores retos. 


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