En México se contabilizan más de 500 empresas que se dedican a hacer moldes, principalmente de inyección, seguido de las que realizan procesos de soplo, extrusión y sus otras variantes.
Sin embargo, la mayoría del trabajo que se hace en el país está orientado a la reparación o adecuación de los moldes, en su gran mayoría pequeños porque de los grandes se hacen en el extranjero, dijo Miguel Ángel Aguirre, director general de Instituto Queretano de Herramentales (IQH).
En la actualidad, 99% de los moldes para el sector automotriz vienen del extranjero y este porcentaje se ha mantenido a través de los años.
“El principal proveedor en todo el mundo de moldes es China. El mejor fabricante de moldes es Portugal. Y México ha capturado no más del 5% de la manufactura de moldes”, cifra por debajo de los 500 millones de pesos debido, principalmente, a que se carece de la tecnología adecuada para su desarrollo.
Para ello, explicó, se requieren máquinas CNC de alto impacto, materiales como son aceros de calidad, lo cual se contrapone con su alto costo en el país.
“Tenemos excelentes diseñadores y reparadores de moldes, pero las empresas, principalmente las automotrices, la mayoría de sus moldes están hechos en el extranjero”, comentó.
En este sentido, en México se debe de trabajar con capacitación, desarrollo y equipamiento, este último con máquinas provenientes del extranjero. Este aspecto junto con el precio del acero en México incide en altos costos del molde. Frente a países como China, los costos son superiores en México en alrededor de 30 por ciento.
“Todavía somos un país en desarrollo para la creación de moldes”, dijo Aguirre.
En este sentido, algunos de los retos para el país son impulsar los apoyos para el sector de herramentales, pues son pocos a diferencia de los que, por ejemplo, otorga el gobierno de China en su país, e impulsar el desarrollo tecnológico y atraer centros de maquinado para reducir los costos finales.
Ante el fenómeno de nearshoring y la llegada de nuevos capitales, consideró Aguirre que los gobiernos locales deben de promover que las cadenas de proveeduría de las empresas extranjeras se integren por al menos 50% de productos de origen nacional, dirigidos a la manufactura de piezas, ensamble y otros procesos, más no a servicios.
También, que 50% de sus plantillas laborales sean de origen mexicano en puestos de dirección, gerencia y operación. Esto elevaría tanto las oportunidades de desarrollo y calidad de vida para los nacionales.
Destacó la importancia de generar leyes que apoyen a las empresas locales y nacionales para que estas puedan crecer sin una carga fiscal tan grande y, por otro lado, en vez de otorgar apoyos directos a las empresas que busquen invertir en el país, generar esquemas de financiamiento para que los proveedores locales produzcan lo que las extranjeras requieren, un financiamiento directo a equipamiento y maquinaria.
Con ello se garantizaría que las empresas mexicanas participen en el desarrollo y atracción de empresas que serán proveedoras de las diferentes industrias.
Atravesando fronteras
El Clúster de Plásticos del estado de Querétaro posee un programa de internacionalización de las empresas en el que, con el apoyo del gobierno del estado, se impartirá una capacitación para que conozcan cómo vender, exportar y costear para buscar precios adecuados, con el objetivo de competir en los mercados internacionales. Y, por otro lado, hay programas del gobierno del estado para el apoyo a la implementación y maquinaria y equipo.
En tanto, el IQH está orientado a la capacitación y formación de personal especializado. Actualmente, hay una alta demanda de mano de obra especializada; al mes se capacitan entre 200 y 300 personas.
El IQH es un centro de formación especializada dedicado a la creación de mecanismos para la capacitación profesional del capital humano de las empresas de los sectores industrial, automotriz, aeroespacial, electrodomésticos, agroindustrial, tecnología, biotecnología, alimentos y medicina.