En días pasados, durante la realización del Bajío Logistics Summit, realizado en la ciudad de Querétaro, se dio a conocer la iniciativa de crear un bloque de clústeres dedicados a la logística en diferentes geografías del país con el objetivo de aprovechar las oportunidades para México que podrían derivarse del nearshoring.
Para hablar al respecto, se reunieron los empresarios Jorge Viñals, director general del Clúster Logístico y Cadena de Suministros de Tamaulipas; Carlos Canseco, director de Clúster de Innovación y Logística de Querétaro; Humberto Siller, presidente del Clúster Logístico de San Luis Potosí; Víctor Humarán, director comercial de Mazatlán Logistics Center; y Miguel Gastón, presidente y fundador de la Asociación Mexicana de Logística y Cadena de Suministro.
Los representantes de los diversos organismos logísticos hicieron énfasis en la importancia de crear un bloque estratégico que sume las capacidades de gestión y movilización de mercancías en el país bajo una visión de complementariedad, así como desarrollar un frente que pueda velar por los intereses de la logística en México, como es el caso del desarrollo de infraestructura y de promoción de la inversión.
Según datos ofrecidos durante el evento, México tiene ventajas que no deben ser desaprovechadas y que, por el contrario, deben ser explotadas por el bien del desarrollo de la industria. El país, que actualmente es el segundo más poblado de América Latina, tiene en sí mismo un bono demográfico y, en términos logísticos, un bono geográfico invaluable, con salida a ambos océanos y con frontera con él, aún, mercado más grande del mundo.
Infraestructura disponible
Datos proporcionados por Miguel Gastón indican que México cuenta con 398,148 km de carretera (aunque solo 43% de ellas pavimentadas), 15 corredores troncales que conectan a las principales ciudades y pasos fronterizas, en los que se mueven 546 millones de toneladas de carga cada año, 85% de la cual se mueve por carretera (con una distancia promedio de 469 km); existen 117 puertos marítimos, 65 de ellos de uso comercial; en 2022 se movieron 8.3 millones de contenedores. En el país existen 76 aeropuertos, 45 de ellos de categoría internacional; 28,885 km de ferrovías, aunque 17,360 realmente activas.
Todo lo anterior indica la prioridad de ver México como un bloque logístico y no como regiones aisladas que compiten entre sí. Por ejemplo, si bien San Luis Potosí o Querétaro no tienen salida al mar, han desarrollado lazos estratégicos con puertos como Mazatlán, Manzanillo, Veracruz o Altamira como extensiones de sus propuestas logísticas; hecho que ya habla de una visión integradora para ofrecer una propuesta logística a empresas instaladas o en proceso de arribo al país, tales como aquellas que componen la cadena de valor de la industria automotriz, cuya actividad se ha focalizado principalmente en las regiones del Noreste, Centro y Bajío del país.
Víctor Humarán expresó la importancia de contar con una vocación bien definida en la que los clústeres puedan compartir, además de recursos y una estrategia común, mejores prácticas logísticas.
Desarrollo de talento
Humberto Siller, que representa al primer clúster logístico establecido en México, el de San Luis Potosí en el año de 2017, advirtió que esta iniciativa no solo involucra a la iniciativa privada, sino a la academia y al sector público, bajo un esquema de colaboración de Triple Hélice; punto en el que coincidió Jorge Viñals, quien prevé un accionamiento propositivo del nuevo grupo de clústeres logísticos, el cual buscará encontrar y explotar oportunidades, más allá de solucionar problemas.
Viñals habló de profesionalización de la logística y, con ello, el desarrollo del factor humano resultaría crucial. Al respecto, Carlos Canseco consideró la importancia de las certificaciones internacionales, como la de ESCA, TCI y JICA, las cuales han implementado ya en CILQRO.
La reunión sostenida por estos representantes de clústeres mexicanos es apenas el primer paso de la integración de todos los clústeres logísticos en el país, asociación que estaría fincada con nexos con grupos estadounidenses y canadienses del sector, dando sentido a un bloque logístico ampliado en la región T-MEC.
Viñals concluyó que el objetivo es cumplir de manera extensa con los cuatro factores clave de la logística, como son el tiempo, el costo, la agilidad y la integración. México, es logístico por naturaleza, su geografía lo hace ineludible. Sacar ventaja de ello dependerá de una verdadera vocación logística y una alineación estratégica con visión integradora, concluyeron los empresarios.
