Ante las actuales exigencias económicas y compromisos ambientales, que engloban disminuir las emisiones de Co2, la industria automotriz ha buscado alternativas para cumplir con estas necesidades, y una de ellas es la incorporación de materiales plásticos con propiedades físico-mecánicas avanzadas que permitan, entre otras cosas, reducir el peso de un vehículo y tener una mayor eficiencia en el consumo de combustible.
Adrián Méndez Prieto, quien cuenta con 29 años de experiencia en investigación y desarrollo en el Centro de Investigación en Química Aplicada, precisó algunos de los beneficios del uso de plásticos en la industria automotriz, como la reducción del consumo de energía, pues se ahorrará el consumo energético de fabricación y procesamiento; seguridad y confort, seguridad en los casos de las defensas, cinturones de seguridad y bolsas de aire; costo-eficiencia, al sustituir el vidrio por plástico, mejora durabilidad y resistencia al impacto; resistencia ambiental e innovación en los diseños.
Quien actualmente se desempeña como consultor independiente en proyectos de Procesamiento y de Sustentabilidad de Plásticos detalló que algunas de las principales resinas que predominan en dicha industria son el polipropileno, utilizado en funciones exteriores e interiores del vehículo; ABS, empleado en parte de carrocerías, cubiertas de ruedas, y el poliuretano, usado para asientos, descansabrazos y cabeceras.
Se proyecta que, de acuerdo con el último informe de Grand View Research Inc., el mercado global de plásticos para la industria automotriz alcance los $43,440 millones de dólares en 2030, con una tasa de crecimiento del 5.2% entre 2023 y 2030.
En el mismo informe, se detalla que el poliuretano tendrá un crecimiento importante para 2030, al tener un peso menor en comparación con otros materiales.
