Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la producción de productos de plástico reforzado con fibra de vidrio, incluido el Poliéster Reforzado Fibra de Vidrio (PRFV), ha experimentado un crecimiento del 15% anual en los últimos cinco años en México.
Mediante un comunicado de prensa, la compañía ARPAL Industrial, informó que el PRFV, es el material que mayores ventajas está proporcionando a diferentes industrias en México, en lo que se refiere a la fabricación de equipos industriales.
En comparación con el acero, que es uno de los materiales que tradicionalmente se utiliza para la fabricación de este tipo de equipos industriales, el PRFV puede ser hasta un 30% más liviano, lo que resulta en reducciones significativas en costos de transporte y manipulación. Además, la vida útil promedio de los tanques y tuberías de PRFV supera los 50 años, en comparación con los 20-30 años del acero tradicional.
Rafael Arpal, director general y fundador de ARPAL Industrial, empresa especializada en la fabricación de productos de Poliéster Reforzado Fibra de Vidrio (PRFV), señaló algunas de las ventajas del PRFV con relación a otros materiales, como el acero y el aluminio:
- Resistencia a la corrosión: en ambientes e industrias donde la corrosión es una preocupación constante, el PRFV demuestra ser una opción resistente y duradera. Esta propiedad lo hace idóneo para la construcción de tanques y tuberías utilizados en sectores químicos e industriales.
- Ligereza y alta resistencia: la combinación de ligereza y resistencia del PRFV lo convierte en una opción ideal para proyectos que requieren un material resistente pero fácil de manejar. Esto no solo facilita la instalación, sino que también reduce los costos asociados al transporte.
- Bajo mantenimiento: en comparación con materiales tradicionales como el acero, el PRFV demanda un menor mantenimiento a lo largo de su vida útil. Esta característica lo hace especialmente atractivo para aplicaciones en las que los costos de mantenimiento son un factor crucial.
- Versatilidad en el diseño: la flexibilidad inherente del PRFV permite adaptarse a diseños específicos, brindando a los ingenieros y arquitectos la libertad creativa para desarrollar soluciones personalizadas.
- Ligereza sin sacrificar resistencia: aunque pueda parecer contradictorio, el PRFV es notablemente ligero en comparación con el acero y el aluminio, pero no escatima en resistencia. Esta característica se traduce en una mayor facilidad de transporte e instalación, reduciendo significativamente los costos asociados.
- Bajo mantenimiento: la resistencia del PRFV a la corrosión y su capacidad para soportar condiciones climáticas extremas reducen significativamente los costos de mantenimiento a lo largo del tiempo. Esto se traduce en ahorros sustanciales para las empresas y proyectos de construcción.
“Su combinación de ligereza, durabilidad y bajo mantenimiento está transformando la forma en que concebimos las estructuras fundamentales de la industria. La revolución del PRFV ya está en marcha, y su impacto positivo en la construcción es innegable”, afirmó el directivo.
Industrias como la del sector energético, tratamiento de aguas, industria química, construcción y arquitectura, entre otras, han experimentado que el uso del PRFV como material base para sus equipos industriales, les está generando ahorros y eficacia, además, les ha permitido dar pasos muy firmes hacia la sustentabilidad en sus procesos.
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