En el mundo empresarial actual las funciones de la
auditoría deben adaptarse para poder realizarse adecuadamente. Hoy, 8 de cada
10 empresas posicionan la función de auditoría interna a nivel directivo. Aun
así, el reto está en impulsarla para ser estratégica, de acuerdo con el Estudio
integral de la función de Auditoría Interna en México 2019, realizado por KPMG
en México.
De acuerdo con la firma, el objetivo de este estudio
es analizar la situación actual de las funciones de Auditoría Interna en las
empresas en México en cuanto a su estructura, enfoque, prácticas y tendencias
hacia el futuro.
Alberto Dosal, socio de asesoría en auditoría interna,
riesgo y cumplimiento de KPMG en México, comentó:a lo siguiente: “Las
organizaciones se enfrentan a una complejidad cada vez mayor impulsada por los
avances en tecnologías disruptivas, globalización y nuevos modelos de negocio,
lo que exige una mayor especialización y profesionalización de las funciones de
auditoría interna para seguir aportando valor en la toma de decisiones de las
empresas”.
Para Alberto Dosal, solo lo que se mide se puede
mejorar, así mismo sucede con las actividades de auditoría interna. “Monitorear
y evaluar los resultados de la función debe ser un ingrediente fundamental en
sus procesos, porque le permitirán identificar oportunamente áreas de mejora,
metodologías, enfoque y entregables”, agregó.
Por otra parte, la complejidad del negocio y la
cantidad de información dictan la necesidad de contar con un sistema
especializado de gestión de auditoría interna que pueda ayudar a optimizar y
controlar puntualmente las actividades del área; de acuerdo con los líderes de
negocio, 52% de ellos cuentan con una herramienta de este tipo.
Los elementos incluidos en los informes pueden ser
diversos; sin embargo, un rubro que casi siempre está presente es la inclusión
de un resumen ejecutivo de los principales hallazgos (95%). El estudio señala
que 76% de los encuestados incluyen los planes de acción provistos por los
auditados, incluyendo su fecha compromiso.
La función de auditoría interna requiere cada vez
mayor especialización para aportar valor a una empresa, lo que en ocasiones
puede ser complejo y costoso; por lo anterior, las empresas deben recurrir a la
tercerización de estos servicios.
“La auditoría interna debe ser un órgano independiente
que proporcione certeza a los accionistas y al consejo de administración, de
que los principales riesgos a los que está expuesta la organización son
atendidos apropiadamente y que la información obtenida por los líderes para la
toma de decisiones es útil y precisa”, finalizó Dosal.