La industria automotriz en México, que integra la
fabricación de automóviles, camiones y autopartes, contribuye con el 3% del PIB
nacional y con el 20% del manufacturero, siendo la segunda más importante,
después de la alimentaria; genera impacto en 157 actividades económicas del
país y emplea a más de 900,000 personas.
Por su parte, el sector automotriz, que integra la
industria del sector más la comercialización y servicios de vehículos, aportó
el 12% de la Inversión Extranjera Directa (IED) en el país en el periodo de
2000 al 2017, con un monto de 60,677 millones de dólares, convirtiéndolo en el
principal receptor.
Con presencia en 24 estados, las armadoras de
vehículos ligeros y pesados y los fabricantes de autopartes, lograron que la
balanza comercial automotriz generara un superávit de 70,766 millones de
dólares en 2017.
La industria automotriz en México se ha posicionado
como una de las más dinámicas y competitivas a nivel mundial. Es el 7.º productor de vehículos en el mundo
y el 5.º en fabricación de autopartes. El 91% de los principales proveedores
fabricantes se encuentran instalados en nuestro país.
Debido a la disminución del 7.5% en las ventas al
mercado nacional y al decremento del 0.5% en exportaciones hemos visto que la
producción de vehículos ligeros en lo que va del año se ha reducido en un 0.8%
con respecto al mismo periodo del año pasado.
Las ventas nacionales están siendo afectadas por la
promoción de financiamientos e incentivos fiscales en unidades nuevas, así como
por la importación de vehículos usados, impactando directamente en la baja de
la producción.
En lo referente a exportaciones, la desaceleración
global, los conflictos comerciales y la incertidumbre política propician el
debilitamiento del crecimiento, merman la confianza, la inversión y la
generación de empleos. La política fiscal a nivel internacional no está
favoreciendo la expansión económica lo que conlleva a una baja inversión
pública y escasa demanda a corto plazo.
En cuanto a la producción de autopartes, se ha
pronosticado un crecimiento para el 2019, de tan solo el 0.3%; este bajo
incremento no está directamente relacionado con la producción de vehículos ya
que más del 80% de piezas son de exportación directa, el restante se divide
para producción de vehículos y para mercado de repuesto.
La desaceleración mundial que hemos mencionado
anteriormente está afectando a las bajas en las autopartes, aunado a los
problemas laborales de los cinco centros de producción de General Motors en
Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, se encuentra la posibilidad del
fortalecimiento de la industria automotriz a través de la oportunidad que
brinda la migración hacia los vehículos eléctricos y autónomos.
La sinergia que se logre entre todos los actores de
esta industria de innovación tecnológica será el factor de cambio que permita
la sustentabilidad y que continúe siendo uno de los mayores soportes de la
economía nacional.
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INFORMACIÓN
Alexandro Burgueño Rodríguez
Director de la Red Nacional de Clústeres de la
Industria Automotriz
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