El sector aeroespacial mexicano busca obtener una mayor participación en el mercado global.
Hasta antes de la contingencia sanitaria, esta industria en México registraba crecimientos promedios de 14.4%, con lo que superaban a la industria automotriz, que reportó un incremento de 10.4% en 2018, según expuso el general Rodolfo Rodríguez Quezada, presidente de la Feria Aeroespacial México.
De acuerdo con la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia), las exportaciones sumaron 9,682 millones de dólares en 2019, las cuales tuvieron como destinos principales: EE.UU., 80.7%; Canadá, 4.7%; Francia, 3.5%; Alemania, 3.2%; y resto del mundo, 7.9 por ciento.
Así, el país se había posicionado como el décimo segundo productor global y en el séptimo proveedor del vecino del norte en esta industria.
Ante este panorama, la Secretaría de Economía federal había previsto que México, en 2020, se convertiría en el décimo productor aeroespacial en el mundo y que llegaría a emplear a hasta 110,000 ingenieros mexicanos. Actualmente, 368 instalaciones industriales adheridas a este sector se reportan en México.
Las exportaciones en ese año, anticipaban, serían superiores a los 12,000 millones de dólares. Sin embargo, las metas se aplazaron para el 2024. La pandemia ocasionada por el Covid-19 llevó a la industria a una crisis económica, ocasionada por el decremento en la demanda de producción y sus consecuentes impactos en la cadena de valor.
Luis Lizcano, presidente ejecutivo de la Femia, estimó que las pérdidas para México fueron negativas en 30% durante 2020.
“Habíamos hecho una estimación, cuando empezó todo esto, por la situación de los clientes y las armadoras en el sector, y habíamos estimado alrededor de un 35% [de decrecimiento]. Teníamos un escenario optimista, que era del 25%; teníamos uno pesimista, que era de 45%; y teníamos uno que estimábamos como el más probable, que era de un 35 por ciento. Así que el 30% es un poco mejor del escenario esperado”, explicó en entrevista.
DIVERSIFICAR PARA CRECER
El impacto que tuvo la pandemia en la industria aeroespacial en México se debió, en gran medida, a la dependencia de las empresas mexicanas en la aviación comercial, segmento que representa el 46% del mercado aeroespacial en el mundo.
Para contrarrestar este hecho, la Femia y la Agencia Espacial Mexicana (AEM) firmaron, en noviembre del año pasado, un convenio de colaboración para fomentar el desarrollo de la industria espacial mexicana, mediante proyectos específicos relacionados con la observación de la Tierra, telecomunicaciones y ciencia, y tecnología espacial.
La construcción de satélites, informó la AEM, representa un mercado de 12.5 billones de dólares, mientras que el lanzamiento de estos aparatos, 4.9 billones. Estos segmentos generan una reacción en cadena de 130 billones de dólares para el cemento terrestre y 110 billones en servicios satelitales.
“Siendo un mercado total para la industria satelital de 271 billones, que al agregar la industria de exploración espacial, arroja un gran total de 366 billones de dólares, con grandes y fuertes inversiones del sector privado”, subrayó la Agencia Espacial Mexicana.
Estimaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes señalan que las actividades espaciales triplicarán su valor en la próxima década a un millón 400,000 millones de dólares.
Para articular la agenda de Desarrollo Espacial de México, la Femia creó la Comisión Espacio, con la que buscarán oportunidades de colaboración internacional para el desarrollo de tecnología de vanguardia en el país.
IMPULSO A EMPRESAS MEXICANAS
Las empresas que busquen proveer a estas subindustrias deben tener perfiles especializados y contar con tecnología, mano de obra calificada, certificaciones y skills particulares.
Para ayudar a las compañías mexicanas a desarrollarse en este mundo, la Femia creó el Programa de Desarrollo de Cadenas de Valor de Industria Aeroespacial en México. A través de esta iniciativa, se han encaminado a alrededor de 20 empresas para convertirlas en proveedoras del sector aeroespacial. El programa cuenta con el respaldo de 40 empresas (armadoras y Tier 1), que compran partes, componentes y subsistemas.
“Lo que se busca es orientar a estas empresas para que puedan hacerlo de la manera más eficiente. […] Cerca de veinte empresas habían asegurado contratos por varias decenas de millones de dólares, manejando el tema de la metodología que tenemos en el programa”, detalló Luis Lizcano.
Generalmente, las empresas que son impulsadas por la Femia comienzan con la producción de piezas pequeñas y de bajo volumen, lo cual les permite dimensionar los requerimientos y procesos que demanda este sector
“Entonces eso es lo que sucede en la industria, te van dando pequeños paquetes de trabajo y conforme vas demostrando que tengas capacidad y que seas confiable, pues te van soltando proyectos más complejos”, explicó el entrevistado.
La mayor parte de las compañías agremiadas a esta Federación (80%), se dedican a la manufactura de alguna pieza o producto que terminará en alguna aeronave; 10% se dedican al diseño e ingeniería; y el otro 10% restante, al mantenimiento, reparación y overhaul (MRO).
“Una vez que entras, que demuestras que eres confiable y que demuestras que tienes la calidad, te empiezan a dar más paquetes de trabajo y lo más seguro es que te quedes a servir a esta industria por mucho tiempo o toda la vida. Tienes que ser competitivo, porque este es un sector global y compites con todo el mundo”, concluyó el presidente ejecutivo.
DESTINO DE LAS IMPORTACIONES AEROESPACIALES DE MÉXICO
Estados Unidos, 80.7%
Canadá, 4.7%
Francia, 3.5%
Alemania, 3.2%
Otros países 7.9%.
Fuente: Femia
