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Los retos del futuro de la movilidad

Elenne Castro e Israel Molina.
Octubre 01, 2022

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México ocupa el séptimo lugar en fabricación de vehículos, convirtiéndose en uno de los sectores importantes de la economía mexicana. 

Actualmente, la industria automotriz está llevando a cabo una transición de un modelo basado en combustibles fósiles a uno eléctrico, por lo que al ser el país uno de los principales proveedores de vehículos y el cuarto de autopartes a nivel global, las manufactureras que abastecen la cadena de suministro deberán adaptarse a la nueva tendencia de movilidad. 

La electromovilidad se ha convertido en una alternativa de transporte que responde a los compromisos internacionales para disminuir los gases de efecto invernadero y, a su vez, mejora la movilidad con opciones más sustentables y económicamente viables.

Pero, al día de hoy, los principales retos que tiene la adopción de un sistema de movilidad eléctrica radican en la falta de infraestructura en espacios particulares que permitan la carga de vehículos, así como una adecuada regulación y normatividad de los materiales e instalación, que garanticen la seguridad de los espacios para que los usuarios tengan la confianza de adquirir un vehículo eléctrico (EV). 

Edgar Bañuelos Velázquez, director de innovación y vinculación estratégica de la Cámara Nacional de Manufacturas Eléctricas (Caname), refirió que a pesar de que la industria automotriz y de movilidad se está preparando para la transición eléctrica, todavía hay retos que se deben afrontar para tener este cambio tecnológico.

Dijo que, a pesar de que poco a poco ha ido aumentando la demanda de vehículos eléctricos en México, todavía falta mucho camino por recorrer para que haya más unidades en la calle.

“Se requiere fortalecer las redes y empezar a generar puntos de recarga para que se incremente la demanda de vehículos y se cree un círculo virtuoso. Entre más centros de recarga haya, se tendrán mayores incentivos para comprar un auto eléctrico. Y entre más vehículos haya, más incentivos se tendrán para la implementación de centros de recarga, es una combinación de estos factores”. 

Con la intención de apoyar a materializar los beneficios potenciales que ofrece la movilidad eléctrica, a finales de 2021, la Caname estableció la Sección XV que atiende todos los temas de electromovilidad. El compromiso es contribuir a generar los medios claves que faciliten la introducción y determinación de esta transformación.

A través de este comité, la cámara colabora con diferentes actores públicos y privados que fomentan la movilidad eléctrica como ABB México, Cummins Grupo Industrial, Condumex, Hitachi Energy México, Industrias Unidas, Leviton de México, Mexicircutor, MT Ingeniería, Phoenix Contact, Schneider Electric, Siemens Energy, WEG México, entre otros.

Víctor Villalobos, consejero titular de la Sección XV de Electromovilidad de la Caname, también coincidió en que la cadena de suministro en México se va a tener que adaptar para abastecer de autopartes a los vehículos eléctricos.

Al finalizar 2021, existían alrededor de 1.8 millones de cargadores públicos (de carga rápida y lenta) en el mundo, de los cuales, el 64% se encuentran en China, el 20% en Europa, el 12% en Estados Unidos y el resto distribuido en el mundo. 

En México, a julio del 2022, existían 2,400 cargadores públicos en todo el país. Sin embargo, estos cargadores públicos serán insuficientes a este paso, ya que la electromovilidad abarcará desde vehículos de pasajeros, personales y pesados, por lo que se necesitan estaciones de carga más robustas.

La capacidad de producción de EV instalada en México es cercana a los tres millones de unidades. 

“Es muy importante que más armadoras se transformen. Hay OEM que ya tienen incentivos para instalarse en el país o para expandirse o convertir su planta industrial. Estos incentivos son de gran ayuda para el desarrollo manufacturero, pueden venir del gobierno estatal o federal para que se acelere el ritmo de la transformación de la cadena de valor y detrás de los ensambladores, los fabricantes de autopartes y demás compañías que agrupan la cadena de valor”. 

 

IMPULSO DE ELECTROLINERAS

En 2018, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) emitió un acuerdo mediante el cual se incentiva el despliegue de electrolineras en todo el país, con el fin de permitir la venta de energía eléctrica entre particulares.

El acuerdo tiene como objetivo incentivar la inversión, investigación, innovación y competencia en la industria eléctrica, así como en la expansión de estaciones para la recarga de vehículos eléctricos, con el fin de que los usuarios de este tipo de autos tengan la posibilidad de acceder a más puntos de recarga.

Además, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se está encargando de fomentar el uso de la tecnología de movilidad eléctrica, ya sea para uso privado o para transporte público, por este motivo tiene la intención de contribuir en el uso de autos eléctricos y detonar el crecimiento de este mercado, debido a los beneficios ambientales y ventajas económicas que genera.

Por medio del Programa de Ahorro de Energía del Sector Eléctrico (PAESE) se establecieron algunas líneas de acción:

  • Asesoría a gobiernos estatales y municipales en el diseño de políticas de movilidad eléctrica o de electrificación de transporte.
  • Asesoría a los actores privados, organismos públicos o concesionarios de transporte público sobre potenciales soluciones en sus servicios.
  • Diseño y ejecución de políticas públicas que promuevan el desarrollo del mercado de movilidad eléctrica, como el Proyecto para la Promoción de la Movilidad Eléctrica por medio de la Inversión de Infraestructura de Recarga (PEII).

“Es importante que también se defina qué tipo de cargador se establecerán en las electrolineras sin la necesidad de usar un convertidor, porque será completamente diferente al uso de gasolina. Por eso es necesario que haya una regulación de cómo serán los modelos de negocio con las electrolineras”, expuso Edgar Bañuelos Velázquez.

 

ALIANZA DE PLAN ESTRATÉGICO 

Hace cuatro años, la Caname se unió a la Alianza por la Electromovilidad en México en la cual se estableció un plan estratégico 2019-2022. En esta colaboración se contó con la participación de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, la International Copper Association, la Secretaría de Energía, la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía, la Secretaría del Medio Ambiente, el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias, WRI México y la Comisión Federal de Electricidad.

Este plan estratégico definió los desafíos que representa el acelerar la migración del uso de medios motorizados de transporte impulsados por combustible de origen fósil, hacia los impulsados por energía eléctrica, que debe contemplar la conversión de las plantas fabricantes de unidades de transporte, de las cadenas de suministro de la industria automotriz y el cambio que representa, en términos de infraestructura, producción y suministro, hasta el detallismo del uso de la energía eléctrica a través de electrolineras en lugar de las gasolineras e inclusive desde los hogares o desde instalaciones donde se realice la recarga de unidades de transporte propulsadas por energía eléctrica.

“Hace cuatro años no había la cantidad de iniciativas que hay ahora. En su momento, con la alianza era empezar a tocar base con algunos gobiernos que tuvieran algún interés en fomentar la movilidad eléctrica. En este primer ejercicio era ‘picar piedra’ con los estados y, en esencia, lo que se buscaba era que como alianza participáramos en una serie de iniciativas que se desarrollaran y se detonó un mapa de ruta de normalización”, comentó Bañuelos Velázquez.

Asimismo, las estrategias que establecieron para estimular, delinear y evaluar la adopción de la movilidad son a través del diagnóstico tecnológico e industrial del contexto de la electromovilidad, desarrollo de productos, incorporación de la movilidad eléctrica como política nacional, el desarrollo y difusión de información en los grupos interesados actuales y tomadores de decisiones, academia y redes de apoyo nacionales, una propuesta de marco normativo y regulatorio, potenciar la red de relaciones de la Alianza, contribuir en los nuevos modelos de negocios asociados a la electromovilidad y a los esquemas innovadores de financiamiento-estímulos fiscales, así como la formación de la infraestructura y sustitución del parque vehicular gubernamental, flotas privadas y transporte público con vehículos eléctricos.

 

CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE

El 20% de las emisiones en México son provocadas por los vehículos de combustión interna, el 30% es por la producción de energía eléctrica, ambos suman la mitad de las emisiones generadas. 

Víctor Villalobos recalcó que otro de los grandes retos es identificar las emisiones localizadas de carbono, sobre todo en los grandes centros del país para comenzar a implementar las soluciones eléctricas. 

“Los incentivos para la importación de vehículos, descuentos en la compra a través de subsidios de impuestos, incentivos como la exención del ‘Hoy No Circula’, todo esto se debería pensar desde el gobierno. También, la conciencia del consumidor debe prevalecer, pues es un hecho que si seguimos con estas emisiones nos vamos a acabar el planeta. Tiene que haber mucha conciencia social para cambiar a esta tecnología y evitar el uso de las emisiones localizadas en los centros urbanos”. 

Finalmente, Villalobos dijo que la Caname participa activamente en la cadena de valor y en cada oportunidad de negocio de la nueva mega tendencia originada por una necesidad medioambiental. “No hay que olvidar que el driver es el planeta y si se sigue calentando habrá innumerables muestras de desastres y tenemos que aportar nuestro ‘granito de arena’ como sociedad, como productores de energía, como fabricantes de automóviles y como consumidores, para tener un mundo más seguro”.


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