Cada vez es más frecuente escuchar en todos los niveles sobre la Cuarta Revolución Industrial, la cual viene asociada a una serie de tecnologías que nos permitirán crecer de forma acelerada, incrementar ventas, generar economías de escala, reducir costos; todo usando solo la tecnología.
El punto más crítico es que se está subestimando el tema de adopción tecnológica, como si se tratara de ir a una tienda, comprar un dispositivo tecnológico, comenzar a usarlo y con ello poder decir: ya soy una empresa digital y ya tengo la tecnología conmigo, lo que sigue es lo más simple de hacer. De igual forma se viene manejando como si todos ya fuésemos expertos en adoptar tecnología y solo fuera cuestión de adquirirla, lo demás queda de sobra.
La realidad es que para cualquier empresario el tema de brincar de la 1.ª a la 2.a, o bien a la 3.a, conlleva otros aspectos que quedan subestimados en el tsunami tecnológico que estamos viviendo y donde la aspiración es ser una de las varias empresas disruptivas que recientemente han salido a la luz pública; las cuales sin tener algo consiguen generar un alto valor agregado en nuevos modelos totalmente innovadores, que se salen de lo ordinario y de la realidad que venimos viviendo en los últimos 50 años.
Afrontar dicho cambio tecnológico conlleva una profunda transformación en el empresario mismo, un deseo de cambiar muchos de sus procesos y procedimientos para hacerlos compatibles con la tecnología que se está buscando adoptar. Debe ser claro en ese mismo sentido lo que se espera de dicha tecnología -siendo realistas- y que los resultados de la misma sean alcanzables; generando con ello un impacto real en la forma de operar y en la de hacer negocios, o bien de atender a los clientes.
En este modelo es crítico que el empresario en cuestión esté consciente de todo lo que debe hacer y afrontar para ser un ejemplo exitoso, para con ello contagiar a otros empresarios de seguir el mismo camino.
La tecnología es buena aunque no aplicable a todos los segmentos y giros de empresas, en algunos casos el comercio electrónico es un buen comienzo en otros con la adopción de alguna herramienta se pueden cumplir los objetivos. Donde el tema se complica y se vuelve por demás complejo es cuando el deseo de adoptar el entorno digital conlleva el uso de varias tecnologías, lo cual requiere conocerlas para poder sacarles el máximo provecho; además de seguir en ese proceso de mejora buscando otras herramientas, o bien encontrando un experto que sepa como sacarles un claro beneficio y no quede en una decepción o en un gasto mal invertido.
La Cuarta Revolución Industrial conlleva a reflexionar sobre todos los cambios que debemos considerar en nuestra empresa, en nuestra gente y sobre todo en nuestra forma de pensar.
