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La aduana mexicana y el “compliance” en materia de comercio exterior

Julio 01, 2017

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La aduana mexicana y el “compliance” en materia de comercio exterior

 

El comercio exterior ha tenido como principal característica el cambio constante, que se presenta no solo internamente, sino también en todos los países, prueba de ello son las cada vez más comunes modificaciones a las disposiciones legales o bien a los procedimientos que va implementando tanto la aduana mexicana como las empresas importadoras y exportadoras. Hablar de cómo era el comercio exterior hace 20 años versus cómo funciona el día de hoy es algo totalmente diferente.

 

Dentro de los puntos medulares que detonan estos cambios constantes destaca el interés de los países en implementar medidas que faciliten el intercambio comercial, para lo cual se han enfocado en cinco pilares principales: 1) Reducción de las tasas de los impuestos de importación, 2) Reducción o estandarización de las regulaciones y restricciones no arancelarias, 3) Mayor seguridad, 4) Aduana facilitadora y 5) Establecimiento de programas de Fomento.

 

La otra cara de la moneda, es que las empresas importadoras y exportadoras tradicionalmente han estado sujetas al cumplimiento de obligaciones derivadas de sus operaciones de comercio exterior, en general, pero sobre cuando reciben beneficio, como sucede con aquellas que cuentan con una Certificación en materia de IVA/IEPS. Sin embargo, en los últimos diez años se ha presentado un cambio considerable desde la perspectiva de quien debe mantener los controles en esta materia.

 

Paulatinamente ha ido transfiriendo a las empresas importadoras y exportadoras la obligación total de llevar un control más específico de sus operaciones. De tal forma que estas obligaciones llevan a las empresas a desarrollar internamente procedimiento de “compliance” que les permita estar operando de acuerdo con las regulaciones vigentes.

 

Esto es, existen los mecanismos para operar en México con la mayor cantidad de beneficios en cuanto a impuestos y permisos, siempre y cuando llevemos los controles correctos, en caso contrario solo estaremos sosteniendo una bola de nieve que con el pasar de los años se irá haciendo cada vez más grande.

 

Si las empresas quieren hacer las cosas mejor, se pueden hacer, solo no debemos olvidar que de la mano pueden llevar aparejadas obligaciones, pero los beneficios pueden ser infinitos y pueden darnos la oportunidad de incorporarnos o continuar en este tren imparable del comercio exterior mexicano.


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