La pandemia propició un desplome en la economía mexicana durante 2020. De acuerdo con datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el PIB del país se contrajo en un 8.5% con respecto a 2019.
A lo largo de este periodo atípico, la industria del transporte ha caminado en sentido contrario al impacto nacional. Mientras que el sector automotriz y manufacturero también han sido los menos afectados. De hecho, estas tres actividades han logrado un progreso económico significativo para México en los últimos meses.
Bajo ese contexto, el Reporte de Estadística Básica del Autotransporte Federal descubrió que el aporte del sector transportista fue del 5% en el PIB del año pasado. Y esta tendencia continuará en crecimiento si las compañías nacionales se mantienen en la misma dirección.
Industria del transporte
Esta industria ha resuelto eficazmente los obstáculos del mundo pandémico, adaptándose a las nuevas necesidades y exigencias del actual entorno. Esto gracias a la inversión en tecnología, el equipamiento de sus flotillas y el desempeño del capital humano en pro de una logística segura y eficiente.
Industria automotriz
En la fabricación de automóviles también recae gran parte de la producción económica de México. Aunque sufrió un duro golpe en 2020, el sector automotriz se ha recuperado y está repuntando en el actual año; prueba de ello es que la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz vislumbra un crecimiento del 12% para finales del 2021 gracias a la fabricación de más de tres millones de unidades.
Manufactura
Estudios revelan que la manufactura participa en el 17% del PIB en México. Junto al sector transportista, significa el 50% de la fuerza laboral mexicana, según Euromonitor. Actualmente, existen más de 579,828 establecimientos dedicados a la producción de alimentos, maquinaria, productos textiles, entre otros.