La tecnología se ha convertido en una gran aliada para las áreas de Recursos Humanos, contribuyendo a la mejora en la gestión de talento humano y al cumplimiento de los objetivos de cada empresa. De acuerdo con la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh), la tendencia es que los departamentos de RH desarrollen una cultura digital basada en la innovación y orientada a situar al empleado en el centro de estrategias.
Por esto es que ya existen varias soluciones en el mercado, que permiten que los líderes automaticen procesos, y así se enfoquen en crear estrategias, y convertirse en punto de apoyo en la toma de decisiones, logrando acciones y resultados comunes que se reflejarán en el negocio de la compañía.
Vincent Speranza, director general para Endeavor México, dijo que muchos emprendedores utilizan la tecnología como un medio para escalar y tener un cambio exponencial, pero se debe de tener paciencia como sociedad y cambiar la mentalidad de castigar el fracaso. Esto también ha impulsado el que los emprendedores tengan una propuesta de valor mucho más clara.
“No me canso de decirlo, la tecnología es un medio, no un fin. Puede crear puentes para que las compañías encuentren personas talentosas; también es empleada como medio de aprendizaje continuo para los individuos. Yo creo que esto también va a ayudar a eficientar el sector de recursos humanos, hay que adoptar estos cambios, tomar lo mejor de lo que viene para hacer un mejor desempeño a través del apoyo de los disruptores que están alrededor”, señaló.
Alejandro Molina, director general de Revitalización Organizacional,
habló sobre las culturas de conexión, las cuales buscan colaboración con los
equipos para dar un mejor servicio, y mejoran la competencia. Además de que se
pueden dar las habilidades para que se comporten en función de estas culturas
de conexión respecto a las personas, para colaborar en unión de los objetivos
de una compañía.
Por otro lado, destacó la importancia de la gestión del contrato psicológico, que es la relación entre dos personas que quieren colaborar.
“Cuando no hay contrato psicológico se manejan en el poder muchos
patrones de amenaza como chantaje, y en la conexión lo que se busca es que la
gente dialogue, que tenga expectativas y haga compromisos de cómo tiene que
funcionar”, explicó.
