Según cifras de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), las emisiones de CO2 procedentes del transporte aéreo en 2022 ascendieron a 910 millones de toneladas.
México, para el año 2030 se ha comprometido a producir el equivalente al 5% SAF (Combustible Sostenible para la Aviación, por sus siglas en inglés), lo que representa unos 340 millones de litros al año. Además, en 2027, las aerolíneas que operen vuelos internacionales deberán demostrar que están utilizando biocombustibles.
La ley de Clima y Resiliencia del 22 de agosto de 2021 obliga a las aerolíneas a compensar el 70% de las emisiones de carbono generadas por sus vuelos nacionales en 2023 y la totalidad a partir de 2024, con miras a alcanzar la neutralidad de carbono para los vuelos aéreos nacionales.
Para acelerar aún más los esfuerzos del sector para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, se están tomando varias medidas y el regulador está desempeñando un papel activo en esta transformación.
Desarrollando combustibles aeronáuticos sostenibles
En su Informe de Medio Ambiente 2022, la Dirección General de Aviación Civil recuerda que el ritmo de incorporación de combustibles aeronáuticos sostenibles irá aumentando paulatinamente, debiendo alcanzar el 2% en 2025, luego el 6% en 2030, sucesivamente hasta el 2050 que deberá ser el 70% (en lugar del 50%), incluido un 35% de combustible electrónico.
“Los combustibles sintéticos bajos en carbono producidos a partir de hidrógeno procedente de la energía nuclear podrían tenerse en cuenta para alcanzar estos objetivos de incorporación”, especifican los autores del informe.
Las ventajas del hidrógeno para el sector de la aviación
Como cualquier actividad humana, la aviación es responsable de una parte importante de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en todo el mundo. Con una presión cada vez mayor para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para combatir el cambio climático, la industria de la aviación está buscando alternativas a los combustibles fósiles.
El hidrógeno destaca como una opción atractiva, en primer lugar, por su ausencia de emisiones de CO2. Esto se debe a que el hidrógeno se quema de forma limpia y produce sólo agua como subproducto, lo que lo convierte en una fuente de energía respetuosa con el medio ambiente.
Aunque el hidrógeno tiene una alta densidad energética, es mucho menor que la del queroseno. Una de las áreas prioritarias de innovación para impulsar el desarrollo del hidrógeno en el sector de la aviación consiste en controlar el tamaño de los depósitos.
Dado que los motores de hidrógeno son más silenciosos que sus homólogos de combustión interna, la reducción de las emisiones sonoras es otra ventaja que también responde a las demandas legítimas de las poblaciones que viven cerca de las infraestructuras aeroportuarias. A nivel geopolítico, la perspectiva de reducir la dependencia de las importaciones de petróleo es una respuesta a una cuestión económica que pesa mucho en la ecuación.
Garantizar la transición al hidrógeno en el sector aeronáutico
Disrupción tecnológica, nuevos combustibles, sea cual sea el escenario que se prefiera, la industria tendrá que evolucionar y Dassault Systèmes pretende estar en el centro de esta transformación. En este contexto, el hidrógeno parece ser una alternativa a desarrollar activamente porque tiene muchas ventajas.
Para aprovechar plenamente los beneficios del hidrógeno, la aviación debe realizar una transición significativa. El primer paso es, desarrollar aviones diseñados específicamente para funcionar con hidrógeno. Los fabricantes de aviones ya están trabajando en estos prototipos.
Estos aviones deben estar equipados con tanques de hidrógeno seguros y motores especialmente adaptados. Las soluciones de Dassault Systèmes, que se basan en la dimensión colaborativa de la innovación, la simulación digital y los gemelos virtuales, contribuyen enormemente a acelerar la transformación del sector.
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