Hella mantiene su posición como líder en el mercado en el campo de la electrónica de dirección.
La empresa obtuvo más pedidos y comenzó con éxito la producción en serie de la última generación de productos electrónicos de dirección. Los nuevos módulos, que están diseñados como un sistema operativo de falla y representan un componente clave esencial para la conducción automatizada, se fabrican en la planta de electrónica de Hella que está ubicada en el Parque Industrial Amexhe en Apaseo el Grande, Guanajuato.
Inicialmente, se suministrará con este componente a un proveedor automotriz norteamericano de componentes de dirección y transmisión; y actualmente se están desarrollando más proyectos de clientes para diseños operativos fallidos, que comenzarán a producir en 2022.
Además, la proveedora automotriz ha estado produciendo dispositivos electrónicos de dirección para varios clientes durante más de diez años; el módulo de control de dirección número 30 millones que salió de la línea de producción en Hamm (Alemania) a principios de año. Además, los productos se fabrican en China desde 2017. Y otros sitios en Alemania y Rumania también comenzarán la producción.
Björn Twiehaus, responsable de la división de Electrónica en el Consejo de Administración de Hella, declaró que el éxito comercial se debe principalmente al hecho de que ofrecen un producto escalable de alto rendimiento que se puede adaptar fácilmente a los diferentes requisitos de los clientes.
"Nuestra electrónica de dirección también aumenta la eficiencia del vehículo y es un componente indispensable para la conducción automatizada como versión operativa en caso de falla”, dijo.
La electrónica de dirección es la base de la dirección asistida eléctrica y al ayudar a la dirección con un motor eléctrico controlado electrónicamente cuando sea necesario, mejoran la eficiencia energética de los vehículos. La versión básica del sistema a prueba de fallas también habilita ciertas funciones de asistencia al conductor, como advertencia de cambio de carril o estacionamiento automático. A prueba de fallos significa que un sistema detecta cuando deja de funcionar y luego entra en un estado pasivo seguro.
Esto no es suficiente para funcionalidades de conducción más altamente automatizadas, en las que ya no hay interacción con el conductor en ciertos casos de uso. En tales casos, el sistema de dirección debe diseñarse más bien como un sistema operativo de falla, por lo tanto, debe garantizar a través de una arquitectura redundante que, en caso de una falla potencial en la electrónica, se mantenga el soporte de la dirección asistida y el control del vehículo no esté restringido.
En proyectos de pre-desarrollo en el área de control de dirección, Hella también está trabajando en nuevas soluciones de productos para funciones de dirección por cable que también son necesarias para las etapas de desarrollo más avanzadas de la conducción automatizada y abren nuevas posibilidades de diseño para el interior del vehículo.
