Iniciando
en el área de tratamientos térmicos de la empresa Dana, y con apenas 18 años,
Francisco Javier Pacheco García cuenta su historia a casi cuarenta años de
pertenecer a la compañía. Luego de año y medio de haber ingresado, se le dio la
oportunidad de participar en un curso de máquinas y herramientas, con lo cual logró
pasar al taller de dados, máquinas y herramientas, donde se desempaña hasta la fecha
en la célula de dados unitarios, erosión, corte y copiado.
En 1985
fue parte de la comisión de seguridad e higiene, capacitándose constantemente;
24 años después resultó electo como parte del Comité Sindical, iniciando en la
Secretaría de Actas y Acuerdos, para posteriormente en 2011, ascender a la Secretaría Exterior, donde brinda apoyo a
cualquier derechohabiente que lo requiera, encargándose de realizar gestiones
para acelerar el proceso de citas, cirugías, así como pensiones, todo sin
cobrar un solo peso “me gusta escuchar a la gente y saber qué es lo que
necesita, me gusta prepararme para poderlos apoyar como lo merecen”, comentó Francisco.
Su
labor en Dana es realizar la fabricación de herramentales para forja, “nunca
dejas de aprender lo que son máquinas y herramientas, para mí es reconfortante
saber hacer un molde, del inicio hasta que se va; trato de que mi trabajo sea
menos cansado y más eficiente, implementando nuevas herramientas que nos
facilitan el trabajo”, señaló Pacheco García.
En
septiembre del año pasado fue nombrado consejero suplente de la CTM, ante el
Consejo Consultivo del IMSS, asimismo en abril de este año fue reconocido como trabajador
del mes en Dana, además de ser tomado en cuenta para la medalla Heriberto Jara
Corona, la cual se lleva a cabo a nivel estatal, por último en mayo de este año
se le tomó en cuenta como candidato para recibir la medalla al Mérito sindical.
“Mi principal
motivación es mi familia, ver que la gente reciba la atención que se merece, el
sentirme útil y de apoyo para ellos; es importante que te guste tu trabajo, si
a ti te gusta hacer algo, no se te dificultan las cosas, yo terminé la carrera
en el 2001; me encontraba trabajando, cubría el segundo turno y por las mañanas
acudía a la escuela, y así dependiendo del turno en el que estuviera, empezamos
a estudiar 22 trabajadores y solo terminamos 8, nos animábamos entre los
compañeros, en ese entonces mis hijas estaban pequeñas, pero con el apoyo de la
empresa y mi esposa salimos adelante, recuerdo el día de nuestra graduación,
invitaron a nuestras familias y fue un evento muy bonito”, relató Pacheco
García.
“Dana
es parte de mi vida, aquí inicié a trabajar, me casé tuve mis hijos, mi casa,
todo lo que tengo ha sido con el trabajo de aquí, por lo tanto yo la recomiendo
totalmente, agradezco a los directivos por dar a los empleados la oportunidad
de crecer, aquí hay oportunidades, el que las quiere las aprovecha, existen
casos de gente que de producción que pasó al taller de dados, de mantenimiento
u obreros que han sido sindicalizados y ahora son supervisores”, mencionó
Javier.
En su
ser está el servir, formando parte de la mesa directiva en las escuelas de sus
hijas, apoyando en la gestión de pisos, baños, techumbres, rampas, entre otras,
siempre llevando a la par su trabajo en Dana y su labor altruista en el
sindicato.
