En 1947 comenzó la historia de una de las empresas dulceras
más importantes del país, Dulces de la Rosa, la cual fue fundada por los
esposos Jesús Michel González y Elvira Velasco, legado que ahora continúan sus
hijos, no solo llegando a México, también exportando a 38 países.
Enrique Michel Velasco, director general de Dulces de la
Rosa, detalló como comenzó la producción de Dulces de la Rosa de una manera
artesanal, ahora ya industrializan la mayoría de los procesos.
“Mi papá y mi mamá fundaron la fábrica, la cual empezó con un cazo de cobre y ahí
echaba el agua, azúcar y la fructuosa, con un quemador abajo, así cocinaba hasta llegar
hasta los 140 grados para que se caramelizará; se fueron adentrando al negocio mis
hermanos y todos pasamos por ahí”, comentó el empresario.
“Es una compañía completamente familiar, la familia
Michel Velasco -que está conformada de 13 miembros, ocho mujeres y cinco
hombres- participan en Mazapán de la Rosa, Caramelos de la Rosa, Chupaleta; las
ocho mujeres siguen activas aquí en la empresa, dos hermanos ya se emanciparon,
buscaron su propia industria”.
Michel habló de cómo se han ido actualizando en cuanto a maquinaria
y equipo con modelos de Industria 4.0 de Alemania, Suecia, Suiza e Italia.
“En cuanto a las nuevas tecnologías ahora contamos con
nuevas cocinadoras que nos permiten tener malvaviscos, caramelos y cajetas con
las más altas técnicas para que salgan cristalinos y que tengan un sabor
extraordinario; hemos ido creciendo junto con la empresa”, apuntó.
La planta se encuentra en el corazón de Tlajomulco de
Zúñiga, industrializando la región sin emisiones contaminantes y generando más
de 8 mil empleos, sostuvo el mandamás de la compañía.
“Esta planta de Mazapán de la Rosa está ubicada en
Tlajomulco, Calle Juárez 170 en la cabecera municipal, cuenta con 40 hectáreas
de terreno y de edificios 113 mil metros techados, son 11 o 12 manzanas,
todavía tenemos muchas hectáreas para seguir creciendo”, destacó.
El catálogo de Dulces de la Rosa es muy completo con más
de 430 artículos, uno de sus productos estrellas es el Mazapán de la Rosa, del
cual Michel Velasco compartió su proceso.
“Primero hay que escoger el cacahuate que venga fresco,
lo metemos a un tostador con capacidad de 1,200 kilogramos para que empiece a
tostarse; luego se enfría inmediatamente para que no se enrancie; le quitamos
la cascarita roja, ya de ahí los ponemos en costales y los llevamos al
departamento de molienda. Ahí se muele el cacahuate y el azúcar estándar o
blanca popular, lo echamos en una batidora, un porcentaje del cacahuate molido
y luego el otro porcentaje de azúcar molida y ya al final el ingrediente
secreto, todo se revuelve y ya está hecho el mazapán”, apuntó.
A LA CONQUISTA DE
MERCADOS INTERNACIONALES
Para acercarse al mercado de Centroamérica y Sudamérica
piensan abrir una planta industrial de Dulces de la Rosa en Costa Rica, de la
cual aún están afinando detalles.
“Hemos realizado un estudio muy puntual sobre Costa Rica para
tener cercanía con Centro y Sudamérica, se nos ha atorado algo, pero estamos
llegando a feliz término en una inversión”, detalló el industrial.
Dulces de la Rosa cuenta con un par de certificaciones
para la gestión de la higiene y riesgos de seguridad alimentaria.
“Contamos con el HACCP, ISO 22000, y acatando las
diferentes normas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social”, detalló el
empresario.
Además, el sentir de Enrique Michel es siempre hacia la
protección de sus colaboradores, los cuales cuentan con todas las prestaciones
de ley, servicios médicos y comedor.
“Nos importa mucho el bienestar de la persona, que tenga
su seguro social, seguridad en su puesto, aquí estamos al pendiente de todos
los requerimientos de nuestros colaboradores”, puntualizó.
MÁS INFORMACIÓN:
Nombre de la empresa:
Dulces de la Rosa
Fecha de inicio de
operaciones: 1947
Origen: México
Número de empleados: 8,000
Giro: Alimenticio
Productos: Dulces